Hoy en día es común referirse al bibliotecario como Profesional de la Información como si fuera éste el único perfil que gestiona la información y el conocimiento dentro de alguna organización. Sin embargo, es necesario recordar que algunos otros profesionales como los analistas en sistemas, licenciados en sistemas de información, administradores de empresas, comunicadores sociales, diseñadores gráficos, etc., trabajan con datos, los cuales son fuentes potenciales de nueva información y conocimiento cuando se transmiten y se aprovechan en forma de documento (como soporte de información) ya sea físico o electrónico.
Si bien es cierto que los bibliotecarios hemos pasado de ser sólo suministradores y servidores de información, también es cierto que no fue hasta en los años 80 (debido a los importantes cambios tecnológicos que ha experimentado la sociedad de la información desde entonces) que asistimos a la aparición de una nueva disciplina: La Information Management o Gestión de la Información, la cual puede considerarse como una nueva aplicación práctica de la Ciencia de la Información.
El Profesional de la Información, el cual no solo se refiere al bibliotecario sino a todo individuo qué está inmerso (a través de su quehacer profesional) con la Ciencia de la Información, la cual es una ciencia interdisciplinaria relacionada con áreas del conocimiento como las Matemáticas, la Lógica, la Lingüística, la Psicología, la Computación, la Comunicación, la Administración, las Artes Gráficas, etc., pues la información nacida sobre la base de la estructura del proceso vigente desde Aristóteles –emisor, mensaje, medio y receptor- es patrimonio de todas las disciplinas y de sus aplicaciones en la sociedad, provocando una gran convergencia de estudiosos y profesiones que observan el fenómeno desde su particular punto de vista y, claro está, desde una terminología propia.
Un profesional de la información pues, describe diversas profesiones, puestos de trabajo y divisiones organizacionales interdisciplinarias, dedicadas al estudio de las propiedades y del comportamiento de la información, y de las fuerzas que gobiernan su flujo, pues, de acuerdo a la Special Libraries Association: “El Profesional de la Información es ese que hace un uso estratégico de la información para alcanzar la misión de su organización, que no solo recopila, interpreta, transforma, almacena y procesa información para su óptima recuperación y utilización, sino que gestiona además recursos y servicios que tienen una importancia decisiva para el desarrollo organizacional”.
Es ése que tiene que ver con el desarrollo de algoritmos para la recuperación de la información, con la gestión del conocimiento de las organizaciones, con la interacción entre el humano y la nueva tecnología a la hora de buscar información (y el bibliotecario es uno de los profesionales más reconocidos, precisamente por ser el que está en contacto con la información y la pone a disposición de cualquier otra disciplina).
Recordemos que: “Las oportunidades laborales cambian pero el objeto de estudio de la Ciencia de la Información permanece” pues la Ciencia de la Información no solo comprende, sino que trasciende el ámbito de la Bibliotecología y de las bibliotecas, ya que en la actualidad la figura del bibliotecario es multidimensional y sus tareas varían según interactúe con su entorno.
Para estar acorde con estas tendencias el profesional de la información, requiere una mayor y mejor preparación en el manejo de la tecnología, adquirir nuevas habilidades que contribuyan a su desarrollo profesional dentro de las especialidades o sectores científicos o productivos que atiende. Requieren de flexibilidad, creatividad, imaginación, eficiencia y estar dispuestos a asumir actitudes y aptitudes organizativas y gerenciales que les permitan comprender y manejar las nuevas tecnologías. La situación actual obliga al profesional de la información a un desarrollo sostenible en la superación y desarrollar un trabajo acorde con las exigencias, pues la información constituye un recurso productivo y un elemento esencial en la toma de decisiones.
Por todo esto se considera que el nuevo profesional de la información tiene que prepararse, conocer y ser capaz de utilizar con eficiencia:
- Las nuevas tecnologías de la información: computación, telecomunicaciones.
- La explotación de los recursos de información.
- El diseño y desarrollo de productos y servicios de información de alto valor agregado.
- La utilización de medios de información.
- La edición de publicaciones.
- Las actividades de mercados.
- La implementación de un sistema de calidad en la gestión de información
- La gerencia de las organizaciones de información.
- La realización de investigaciones científicas con flexibilidad e inteligencia para enfrentar el desarrollo acelerado de la industria de la información.
Características que debe tener un profesional de la información
- Debe adecuarse a las condiciones históricas actuales
- Conocer las necesidades efectivas y concretas de cada usuario.
- Tener una mente ágil y viva, capaz de transformar y captar los conocimientos más novedosos.
- Actitud positiva frente al cambio.
- Buscar su especialización mediante la educación sostenida.
- Aprender a innovar para adecuar con ingenio sus conocimientos a las nuevas situaciones.
- Lograr adaptarse para asimilar las situaciones variables del cambio y ser protagonista de él.
- Asimilar nuevos conocimientos con el carácter selectivo que se requiere y captar y retener lo necesario para el cambio que debe conducir.
Finalmente, resta comentar que la función básica del bibliotecario actual, como reconocido profesional de la información, es comunicar, gestionar analizar, producir la información, siendo éste el intermediario entre el usuario y los documentos, para colocar la información a disposición del usuario pues ya no es esa persona que estaba detrás de un mostrador y tenía una colección de libros organizados por color, tamaño y tema. Ahora va más allá, ya que puede recuperar información, no solamente de la que tiene disponible sino a través de los medios electrónicos.
Fuentes consultadas:
Beterá, L. (2000). Nuevos retos del profesional de la información a las puertas del tercer milenio. Universo Diagnóstico, 1(1), 14-16.
Gamboa, S. R. «Nuevo rol para el profesional de la biblioteca del futuro.» Biblios 6 (2000).
Gibaja, V. «El bibliotecario como profesional de la información: horizontes laborales más allá de la biblioteca.» Información, cultura y sociedad 29 (2013): 49-76.
Yepes, J. L. (2008, February). El nuevo profesional de la información, del conocimiento y de la comunicación. El bibliotecario universitario. In Anales de Documentación (Vol. 10, pp. 263-279).