Actualmente si tratamos de hacer el ejercicio mental de pensar en la cantidad de información que hay en internet y responder la pregunta ‘¿qué tan grande es el Internet?’, muy probablemente les daría un pequeño colapso mental (como nos referimos en Costa Rica de manera metafórica cuando algo es muy difícil de imaginar o de concebir mentalmente). Pero para tener una idea la Corporación Internacional de Datos (International Data Corporation) estima que para el año 2020, las transacciones comerciales en Internet llegarán a 450 mil millones por día. Y la Universidad de Tilburg y la compañía ILK Workgroup en su página WorldWideWebSize.com, indican que la web indexada contiene al menos 190 millones de páginas.
De esta forma, ante la –literal- explosión de información ha nacido el concepto de Big Data, concepto que ya tiene una trayectoria de varios años en las disciplinas académicas pero cuyos efectos sobre la sociedad se siguen experimentando y estudiando en su avance día a día, y las consecuencias y pasos a seguir son en cierta medida una incertidumbre ante la novedad del caso.
Sin embargo, el Foro Económico Mundial y la organización INSEAD publicaron el Reporte Mundial de Tecnologías de la Información 2014 (The Global Information Technology Report 2014) un documento que ha dado algunas respuestas sobre estas preguntas del Big Data (Bilbao-Osorio, Dutta y Lanvin, 2014). ¿Cuáles son los beneficios del big data? ¿Cuáles riesgos y desafíos conllevan? ¿Estamos listos o preparados para hacer un buen uso de este recurso? A continuación haremos un acercamiento para tratar de responder estas preguntas.
Panorama actual: ¿estamos preparados?
Como lo dice el reporte, Finlandia, Suecia y Noruega llevan la delantera con el avance de las tecnologías y por lo tanto tienen una gran capacidad para aprovechar el valor del Big Data. Igualmente se encuentran Holanda, Suiza, los Estados Unidos y el Reino Unido.
Sin embargo, en el caso de la región latinoamericana y caribeña siguen presentando un desarrollo lento. Se rescatan los avances de Chile, Panamá, Uruguay y Colombia en tecnologías e infraestructura pero se siguen presentando fuertes debilidades en el sistema de innovación, la competitividad de las economías y la brecha digital que sigue afectando las regiones de esta zona.
Así mismo, ante la abrumadora cantidad de información, variedad y velocidad con la que se consigue se han establecido 3 tendencias en torno al Big Data:
- El acceso a información que no teníamos antes.
- Su gestión requiere de procesos de automatización autogestionables, ante la complejidad de la tarea que significa hacer este proceso de manera manual.
- Y el requisito de crear sistemas más adaptables y menos frágiles ante la variedad de datos que rompen con el antiguo sistema de escritura lógica computacional y transaccional.
¿Entonces qué significa esto?
Significa muchas cosas. La primera es que el Big Data presenta un fuerte potencial para mejorar y transformar los fundamentos de las economías y organizaciones de los países, así como permitirá la creación de nuevas industrias basadas en información y conocimiento.
Saber usar el big data puede traer la gran ventaja de saber reaccionar a tiempo y eficientemente ante eventos globales, pequeños o grandes, con una precisión nunca antes vista.: “El big data esta omnipresente en las organizaciones públicas y privadas, su uso se convertirá en una fuente de ventaja competitiva nacional y empresarial” (Bilbao-Osorio, Dutta y Lanvin, 2014, p. 16).
Probablemente el efecto del big data no sea inmediato ni visible pero este no es considerado una moda pasajera. Será un medio central de la creación de valor para las organizaciones del mañana. Representa un cambio importante en la forma en que las empresas y otras organizaciones operarán y usarlo con éxito requerirá una nueva capacidad de pensar y trabajar. Incluso muchas organizaciones ya están luchando para saber siquiera por dónde empezar en convertirse organizaciones competentes basadas en big data.
Por lo tanto, el Big Data puede traer soluciones de tan alto valor que no pueden ser cuantificables económicamente hablando y muchos sectores, desde las empresas a los gobiernos, ya están recibiendo los beneficios de la innovación basada en datos.
Pero ahora pasamos al siguiente punto: el big data no solo significa ventajas y beneficios, sino también desafíos y riesgos por tomar en cuenta.
Probablemente el desafío más importante será el establecimiento de un equilibrio en el uso del Big Data con respecto a la protección de la privacidad personal y la libertad ante el posible abuso de estos datos por parte de grandes organizaciones privadas y gubernamentales.
Además, desde el punto de vista de procesamiento implica el desciframiento de patrones a través de nuevas técnicas así como el descubrir, capturar, administrar y salvaguardar grandes cantidades de información son aspecto a tomar en cuenta de la misma forma.
Por otro lado, mucha de la información recopilada como Big Data proviene de personas que manejan información de gran valor sin que estén conscientes de ello y sin control alguno sobre estos usos. Esto presenta grandes riesgos al estar conformando las nuevas economías basadas en esta información, información que no está siendo regulada apropiadamente.
Esto significa que hay una “necesidad de tener un ecosistema de datos basado en el intercambio de valor razonable y la capacidad de los usuarios para controlar el uso de los datos relacionados con las mismas” (Bilbao-Osorio, Dutta y Lanvin, 2014, p. xvi).
Pero el Big Data puede tener consecuencias graves. Durante la reciente crisis financiera se hizo evidente que los bancos y las agencias de calificación han estado confiando en los modelos que, a pesar de que requieren una gran cantidad de información para ser alimentados, no reflejaron realmente el riesgo financiero que conllevaban ciertas decisiones. Esta fue la primera crisis que se desató por el Big Data.
Entonces ¿Ahora qué sigue? ¿qué debemos tener en cuenta?
El punto de enfoque sobre el big data es encontrar un equilibrio entre estas ventajas y los riesgos que contraen. Para eso, un enfoque paso a paso es primordial para hacer que la transición parezca menos intimidante y minimizar los tropiezos en el recorrido de este nuevo camino.
Siempre recordar que la tecnología por sí misma no es suficiente sigue siendo fundamental pero también tenemos que cambiar la cultura creada en torno a las tecnologías y la toma de decisiones que se realizan en este contexto.
Es fundamental tener un contexto preparado para este porvenir, a través de una infraestructura legal y tecnológica bien establecida por los gobiernos, así como una base educativa que prepare a los especialistas de las diferentes disciplinas involucradas. Todo esto conlleva la necesidad urgente de establecer políticas dirigidas a estos aspectos ya presentes en nuestra sociedad.
Pero aparte de la producción y uso de datos para mejorar los procesos de formulación de políticas, el sector público también puede desempeñar su papel en la promoción y el fomento de la innovación y el crecimiento impulsado por el big data a través de:
- La accesibilidad de los datos públicos a través de formatos de datos abiertos.
- La promoción de una legislación equilibrada.
- El apoyo a la educación que se centra en las habilidades de ciencia de datos.
- El establecimiento de redes robustas, Internet de alta velocidad, una fuerza laboral educada, y la confianza de los consumidores en los servicios, sobre todo en cuanto a la protección de los datos personales y la intimidad.
De esta manera, los temas de interés incluyen la forma de definir los datos personales, la forma de tratar los datos anónimos, si se permite el derecho a ser olvidado, y la necesidad de aclarar las jurisdicciones y pasivos relevantes entre los partidos. Esto significa dirigir los esfuerzos hacia la armonía del Big Data y la minería de información con respecto a los temas de la regulación de la privacidad.
REFERENCIAS
Universidad de Tilburg y ILK Workgroup. (2014). World Wide Web Size [página web]. Recuperado de http://www.worldwidewebsize.com/
International Data Corporation. (2014). International Data Corporation [página web]. Recuperado de http://www.idc.com/
Bilbao-Osorio, B., Dutta, S. y Lanvin, B. (eds). (2014). The Global Information Technology Report 2014: Rewards and Risks of Big data. Geneva: World Economic Forum, INSEAD y Johnson Cornell University.