La “bibliotecología social” tiene sus antecedentes en la llamada Bibliotecología progresista. Esta fue una corriente surgida en los Estados Unidos a finales de los años 30′ del siglo pasado (Civallero, 2013).
Según este concepto, el bibliotecario progresista es un profesional consciente, ante todo y sobre todo, del enorme poder de la información, y por ende de la biblioteca, la reconoce como un ente sumamente importante que le pertenece a todos por igual y que debe encaminar sus esfuerzos en la descolonización del saber, la lucha por la igualdad, la libertad, la justicia, la verdad, la solidaridad, la dignidad, la inclusión, etc.
La biblioteca ha de ser como un espacio para la interculturalidad no trivial sino hasta cierto punto rebelde. Según Lopera (2006), capaz de transformar a las comunidades de lectores triviales en comunidades dialógicas, es decir, comunidades que producen saber desde sí mismas, desde la producción de su propio discurso y dicho discurso o saber debe estar comprometida socialmente con la lucha por la verdad, la dignidad, la igualdad, los derechos civiles, contra la pobreza, la injusticia, la violencia, a favor de la lucha por la ecología, la defensa del medio ambiente, la defensa de las lenguas originarias, etc.
Posteriormente se dieron cambios para las bibliotecas como la incursión de las nuevas tecnologías de la información. Así mismo, con la aplicación (hasta cierto punto exagerado) de conceptos empresariales y valor agregado a las bibliotecas se ha perdido de vista la noción social que se supone le es inherente para ser administrada bajo la premisa de costo/beneficio haciendo en muchos casos, que el usuario (cliente) tenga que pagar por un servicio. De esta forma se ignora el principio que la biblioteca deba ofrecer servicios gratuitos e irrestrictos (Parada, 1999).
En definitiva, el rol social es el cable a tierra que permite a los bibliotecarios meditar sobre las últimas y fundamentales esencias de su quehacer, siendo aquello que da sentido a su existencia y que no debe perderse de vista.
Bibliografía
1. Civallero, E. (2013). ¿Qué es la bibliotecología progresista? : una aproximación básica.
2. Lopera, H. (2006). Los Estudios Culturales como alternativa para la construcción de una Bibliotecología de la esperanza (III).
3. Parada, A. (1999). Bibliotecología y responsabilidad social.