Para Alsina (1997), “entiendo por multiculturalismo la coexistencia de distintas culturas en un mismo espacio real, mediático o virtual; mientras que la interculturalidad sería las relaciones que se dan entre las mismas. Es decir que el multiculturalismo marcaría el estado, la situación de una sociedad plural desde el punto de vista de comunidades culturales con identidades diferenciadas. Mientras que la interculturalidad haría referencia a la dinámica que se da entre estas comunidades culturales.
Es decir la interculturalidad describe la interacción entre dos o más culturas de un modo horizontal y sinérgico, lo que supone que ninguno de los colectivos se encuentra por encima del otro, una condición que favorece la integración y la convivencia armónica de todos los individuos.
El emplear textos literarios para favorecer el aprendizaje intercultural pretende reducir prejuicios, estereotipos y actitudes de discriminación a fin de favorecer la convivencia y hacer de ellas una fuente de enriquecimiento. Para Soriano Ayala (2004), el gran reto de la educación intercultural es favorecer el mutuo conocimiento y aprecio de las diferentes formas culturales como mejor vía de comprender la propia cultura.
En este sentido, la literatura de otras culturas nos puede ayudar a encontrar elementos comunes de identificación, reconociendo los aspectos que pudiésemos compartimos en mayor medida de los que nos diferencian. Sabariego Puig (2004) señala que “la misma introspección crítica y respetuosa con la cultura propia nos permitirá ser también respetuosos y críticos con los demás”.
De acuerdo con Leibrandt (2006) Los textos literarios, especialmente en la enseñanza de segundos idiomas, ofrecen muchas posibilidades de motivar, despertar el interés y suscitar al alumno para otras lecturas que profundizarán en los conocimientos sobre el país, su cultura, historia y actualidad permitiendo un acercamiento al país a través del texto literario y desde la perspectiva de sus protagonistas. De este modo el lector tiene que descubrir esta perspectiva a través de comparaciones con su realidad, en ese momento estará reconociendo diferencias culturales, cambiando juicios de valor y equilibrando condicionantes de su cultura y los del otro. Estos textos literarios ofrecen un amplio abanico de temas, ya sea referido a la vida familiar, conflictos, maneras de comportamiento, ritos y valores.
Por otro lado, es importante que en los programas de aprendizaje intercultural, que se puedan llevar a cabo ya sea desde la biblioteca o el aula, se tenga presente los siguientes objetivos (Alsina, 1997):
1. Nada es inmutable. Cuando se inicia un diálogo uno debe estar potencialmente abierto al cambio.
2. No hay posiciones universales. Todo está sujeto a crítica.
3. Hay que aprender a aceptar el conflicto y la posibilidad de que se hieran los sentimientos.
4. Hay cierta perversidad en la historia que nos han enseñado. Nuestras identidades se han hecho en oposición a la de los otros.
5. Nada está cerrado. Cualquier cuestión puede siempre reabrirse.
Referencias Bibliográficas:
Alsina, Miquel Rodrigo (1997). Elementos para una comunicación intercultural.
Leibrandt, Isabella (2006). El aprendizaje cultural a través de la literatura.
Hamza, Zoubida. El texto literario y los objetivos interculturales.
Molina-García, José. El texto literario en las aulas desde una perspectiva intercultural