Balances, evaluación y ¡buen fin de año!

Llegamos a la famosa época de balances…

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Y más allá de lo personal todos podemos hacer una revisión de nuestro trabajo tanto sea individualmente o como institución. Sabemos lo importante de hacer un plan y también cuales son los pasos mínimos para llegar a nuestros objetivos. Ahora cuando nos toca evaluar ¿cómo andamos por ahí?

Las evaluaciones pueden y deben ser realizadas para conocer nuestra situación actual y proyectar la futura. En las bibliotecas es muy necesario darle el lugar que corresponden, no solo para extraer información que nos de un diagnóstico, si no también para poder mostrar logros realizados y metas cumplidas que seguramente nos abrirán las puertas de futuras propuestas.

Gómez Hernández (ya se habrán dado cuenta que soy fan de este autor) nos dice que la evaluación puede ser:

  • Inicial cuando se inicia un proceso de planificación, lo que hemos llamado más que evaluación «análisis de la situación inicial» de la biblioteca.
  • Procesual, continua, cuando sistemáticamente vamos tomando datos del funcionamiento como en los sistemas de calidad.
  • Finalista, que es la que realizamos cuando comparamos los resultados obtenidos al final de un período con los objetivos marcados por la biblioteca.

En cuanto a los elementos de medición Jaramillo, Montoya y Uribe Tirado nos marcan:

  • Eficacia: El logro de los objetivos
  • Eficiencia: El aprovechamiento de los recursos en relación con la consecución de los objetivos
  • Efectividad: relacionado con el impacto, la satisfacción del usuario y la pertinencia de los objetivos propuestos y cumplidos.

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Y si consultamos a Isabel Madrid encontraremos que las áreas que requieren evaluación son:

  • «Colección. La calidad y adecuación de la colección a las necesidades de sus distintos tipos de usuarios y a las funciones de la institución a la cual pertenece, su alcance o cobertura, exhaustividad y actualización, reflejando el acierto de los criterios y mecanismos de selección.
  • Procesos técnicos. Incluye la organización y control de la colección mediante la catalogación, clasificación, indización. Directamente, pueden evaluarse en términos de eficiencia, es decir mediante indicadores como tiempo medio de procesamiento por ítem; costo unitario de procesamiento técnico. En cuanto a su eficacia, sólo pueden evaluarse indirectamente, a través del estudio del uso del catálogo y la recuperación de la información.
  • Uso del catálogo. Interesa detectar su grado de uso (y las razones de su no utilización); la satisfacción  o insatisfacción derivada de su uso y sus motivos; los problemas en su utilización. El uso del catálogo (manual o automatizado), da una medida indirecta de la calidad del procesamiento de la información (organización del conocimiento y su análisis).
  • Circulación de documentos. Incluye los criterios de disponibilidad y accesibilidad planteados con anterioridad, es decir, la disponibilidad física y las posibilidades de acceso a la información en sus distintos soportes.  Valora la capacidad de entrega de documentos del servicio de préstamo.
  • Recuperación de la información. Se evalúa la actividad de información y consulta, tanto en lo referente al servicio pregunta-respuesta, como las búsquedas bibliográficas.  Puede aplicarse el criterio de eficiencia, midiendo el tiempo de respuesta, pero es más adecuado valorar su eficacia, traducida a los conceptos de pertinencia/relevancia, actualización y capacidad de recuperación de información pertinente/relevante.
  • Satisfacción del usuario con los distintos productos y servicios que ofrece la biblioteca.  Si bien no se trata de un área o actividad, puede incluir a todas o a parte de ellas.  Es una medida netamente cualitativa, ya que se basa en las impresiones subjetivas, opiniones,  percepciones  y expectativas de los usuarios.  Tiene un gran valor diagnóstico, en especial para identificar fortalezas y debilidades y detectar problemas.»

Si, ya se que estamos terminando el año…puede parecer algo cansador, pero es cuestión de ir planeándolo para que cada vez nos resulte más sencillo. La clave de toda la gestión, los planes.

A la hora de buscar estándares para la evaluación es recomendable recurrir a las norma internacionales, podemos citar:

  • NORMA ISO 2789. Información y documentación: Estadísticas internacionales de bibliotecas.
  • NORMA ISO 11620. Información y documentación: Indicadores de rendimiento bibliotecario.

Y si quieren saber cómo pueden acceder a estas normas tendrán que esperar al post de nuestra Firma Invitada de mañana 😉

Para cerrar me despido de ustedes por este año, deseándoles a todos un muy buen 2013 y agradeciéndo por este 2012 en que los InfoTecarios nacimos y crecimos con su apoyo. Nos toca a nosotros también el proceso de evaluación ¡Que se hace, se los aseguro!

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