«Cómo puede ejercer soberanía el pueblo si no lo hemos preparado. Este soberano ni aprendió a mandar, ni manda y el que manda a su nombre lo gobernará, lo dominará y lo esclavizará. Qué soberanía puede ejercer un pueblo ignorante y pobre«. Arturo Úslar Pietri
Y aquí vamos de nuevo…
La verdad que a mí ya me aburre un poco el tema, agobia, cansa, decepciona. Los lectores que han seguido de cerca los textos acerca de la situación en la Biblioteca Nacional y el estado actual de las bibliotecas públicas en Venezuela tal vez pensarán que lo mío es una eterna crítica y una persecución sin sentido al trabajo que allí se hace. Pero, lamento decirles estimados, todo lo contrario: esta lucha es una reivindicación a los asuntos de nuestra profesión, es un continuo seguimiento a la anhelada recuperación de nuestra institucionalidad bibliotecaria, es el registro de la memoria de estos tiempos oscuros y difíciles, es un reiterado llamado a la reflexión crítica para las ideas y acciones presentes y futuras.
Más allá del «aburrimiento» de observar –últimamente, desde la barrera– las mismas estrategias con iguales o peores resultados: la nula implementación de políticas coherentes para el desarrollo de los servicios bibliotecarios, la bendita excusa de que los presupuestos sólo llegan para nómina y mantenimiento, los intentos fallidos y extemporáneos por alcanzar una utópica hegemonía de los espacios bibliotecarios, la marcha ciega hacia objetivos menos institucionales y más político-partidistas que avanzan a contracorriente democrática; más allá de estas y otras decepciones es necesario dar el golpe en la mesa de vuelta a la realidad.
Ya en varias ocasiones nos hemos pronunciado: cuando descubrimos hace exactamente tres años que podíamos tener acceso a los Informes del Instituto Autónomo Biblioteca Nacional y de Servicios de Bibliotecas en las Memorias del Ministerio del Poder Popular para la Cultura, cuando hace dos abriles comparamos la inversión en nuestras bibliotecas con relación a los ingresos petroleros venezolanos [hoy en día tan escasos] y obtuvimos aquel mísero 0,03%, cuando exigimos mayor transparencia en medio de este absurdo tiempo de autoritarismo competitivo con disfraz de democracia, cuando dimos con el preocupante hallazgo acerca de la ilegalidad e ilegitimidad de origen del actual director [¿aún encargado?] de la Biblioteca Nacional, o cuando pedimos más respeto hacia la Constitución Nacional y menos «letra muerta« para nuestras leyes e instituciones.
Y tan sencillamente, que este momento no iba a ser la excepción…
Hasta el año 2013 el Ministerio de Cultura venezolano publicó sus Memorias y Cuentas, única forma de conocer los resultados del trabajo que se hace desde la Biblioteca Nacional, especialmente, los proyectos estratégicos del Sistema Nacional de Bibliotecas Públicas. Teníamos casi dos años sin conocer los informes de la máxima institución bibliotecaria del país, por lo tanto, casi dos años sin datos, información o estadísticas que muestren la gestión pública que sobre bibliotecas hace el gobierno central. Hasta que recientemente, con la elección legislativa en diciembre pasado, la nueva Asamblea Nacional decidió publicar todas y cada una de las memorias de los distintos ministerios. Al menos, la gestión del año 2015 en el sector cultura está disponible. Aún desconocemos la del 2014. Lo puede comprobar visitando el sitio web oficial del Ministerio, en la pestaña «Información Institucional«.
Pues bien, haciendo una revisión pormenorizada de la Memoria 2015 observamos que efectivamente la Biblioteca Nacional atendió a más de dos millones de usuarios, adecuando sus servicios a las demandas de información de las comunidades a través de la «rehabilitación de bibliotecas» (2016, p. 37), la preservación de los fondos y la formación de los usuarios. Y señala esta parte del Informe de Gestión, denominado «Capítulo III: Logros del Ministerio«, que se benefició a la misma cantidad de usuarios que fueron atendidos «en 49 servicios bibliotecarios de la Red Metropolitana» (Ídem.), específicamente en el Municipio Libertador (Distrito Capital) de Caracas, haciendo una inversión de 625,7 millones de bolívares.
Y aquí vienen las primeras interrogantes: ¿Es decir, el Instituto Autónomo Biblioteca Nacional y de Servicios de Bibliotecas percibió en 2015 casi el doble del presupuesto que recibió en 2013 (330,6 millones de bolívares), para atender a 678 servicios bibliotecarios menos que hace dos años? No entiendo…
¿O es que el llamado «Camino hacia un nuevo modelo de gestión institucional» (p. 219) -nombre del Proyecto del ejercicio fiscal 2015- no incluye a la totalidad de los 727 servicios bibliotecarios que se prestan a nivel nacional, es decir, que excluye a más de 600 servicios? ¡Algo pasa! Y sigo sin entender…
¿O tal vez, infiero, que la política nacional de «prestación de servicios culturales» (p. 218) se limita a partir del año 2015 a sólo un municipio de la ciudad de Caracas, es decir, a menos del 1% de los municipios existentes en Venezuela? ¡Algo pasó! Y yo me pregunto: ¿Estamos tan mal? ¿Será un error en el Informe? (Beneficio de la duda).
Pero luego, el Informe de Gestión de la Biblioteca Nacional no hace sino confundir aún más esta primera percepción. Porque observando estas primeras líneas uno espera que el grueso del informe estadístico mencione cada uno de los obstáculos y problemas que tuvo la institución para intentar siquiera cubrir una pequeña parte del resto de los servicios bibliotecarios excluidos. Sin embargo, mayor sorpresa: todo ha sido un éxito. Un mar de logros, sin un sólo percance que lamentar. ¿Una Biblioteca Nacional perfecta?
Veamos…
Inicia el Instituto Autónomo hablando de los «Logros por Proyecto«, que están enmarcados en el objetivo histórico V y objetivo nacional número 5.3 del Segundo Plan Socialista de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2013-2019 -el llamado «Plan de la Patria«- señalando tres logros: la recuperación y mantenimiento de quince (15) infraestructuras bibliotecarias, la preservación de más de 150mil documentos de las colecciones de la Biblioteca Nacional, y la realización de cuatro (04) talleres para la formación de usuarios (pp. 219-221).
Y luego el Informe de Gestión de la Biblioteca Nacional de mi país entra en un éxtasis de placer al apuntar un total de doscientos cuatro (204) «Logros institucionales«, en casi cuarenta páginas de la Memoria, de forma consecutiva, a texto completo y sin una sola tabla, gráfico o cuadro que lo respalde. En una selección aleatoria algunos de los «logros» del 2015 han sido, por ejemplo:
«- Se realizaron 42 diagnósticos de colecciones tanto de la Biblioteca Nacional, Red de Bibliotecas Públicas, entes públicos y particulares…» (p. 224)
«- Se reactivó el canje internacional. En esta fase de arranque se puso a disposición de las bibliotecas nacionales de los países miembros de la CELAC, la Biblioteca del Congreso de EEUU, la Universidad de Pittsburg, la Biblioteca Nacional de España, entre otros 35 copartícipes, una lista de los primeros 50 títulos para canjear«. (p. 232)
«- Se automatizó el registro de los investigadores de la Biblioteca Nacional. Esta base de datos consta de 200 registros«. (p. 238)
«- Se realizó el ‘I Encuentro Nacional de Coordinadores Estadales de Bibliotecas Públicas‘, en el auditorio de la BPC Simón Rodríguez, con el objetivo de dar a conocer el Plan Operativo 2015 que ejecuta la Biblioteca Nacional, así como presentar el Plan Nacional de Lectura y el de Formación Técnica Bibliotecaria, adelantado por un grupo de expertos en cada una de las áreas. A este encuentro asistieron además de los Coordinadores Estadales, los responsables de los servicios del área metropolitana de Caracas«. (p. 244)
«- Se recibió donativo de material deportivo consistente en ocho (08) pelotas tres (03) balones de baloncesto, dos (02) balones de fútbol sala y tres (03) balones de futbolito), dos (02) juegos de raquetas de Ping Pong y 42 medallas para premiación por parte del Instituto Nacional de deportes IND, lo que beneficia a 25 trabajadores integrantes de los equipos de Fútbol Sala, Baloncesto y Tenis de Mesa«. (p. 258)
Inmediatamente después del último logro, el número 204 (conteo propio) referido al sistema de gestión del personal (SIGESP), el Informe termina de súbito sin una presentación de conclusiones, recomendaciones o una visión del próximo ejercicio fiscal. El Informe de gestión da para plantear múltiples consideraciones acerca de su contenido, como por ejemplo, el significado de la línea estratégica nro. 7 que habla de la “Comunalización de las Bibliotecas Públicas” (p. 218). No obstante, en este punto del relato yo preferiría no hacer mayores comentarios…
Lo que a continuación sí deseo expresar es mi asombro acerca de lo que más adelante se observa en la Memoria. Y es que tradicionalmente en este tipo de documento oficial la Biblioteca Nacional acostumbraba a señalar un conjunto de obstáculos y dificultades que se presentaban durante la gestión anual. Al menos, en el período 2005-2013 fue así (Véase post del 09/04/2014).
Pues bien, en esta oportunidad la Memoria del Ministerio de Cultura presenta un capítulo (VI) exclusivo dedicado a los Obstáculos (pp. 503-512). Y aún cuando la palabra «obstáculos» aparece en las más de quinientas páginas de la Memoria solamente unas cinco (05) veces, al menos 23 de los 29 entes adscritos e incluso algunas direcciones y oficinas del propio Ministerio, publicaron o manifestaron cuáles fueron esas dificultades que enfrentaron a lo largo de la gestión pública de todo el año 2015. Adivinen…
La Biblioteca Nacional no presentó un solo obstáculo. Es decir, el Instituto Autónomo Biblioteca Nacional y de Servicios de Bibliotecas, con más de doscientos «logros institucionales» en todo el año 2015 seguramente se convirtió en la institución más perfecta de todo el sector público cultural en Venezuela [agregue tono épico e irónico].
¡Ni el Sistema de Orquestas pues! [Otra vez en tono sarcástico]
La Real Academia Española (2001, p. 849) define a la imperfección como la falta de perfección o defecto ligero en lo moral. Lo imperfecto como lo no perfecto o lo principiado y no concluido o perfeccionado. Y lo imperfectivo como algo que expresa una acción no terminada.
En el campo de lo económico, tan comentado y sufrido por estos día en mi país, existe un concepto que invita al juego de palabras y quizás puede guardar relación con lo acá presentado. Se trata de la competencia imperfecta, que es una situación de falla en los mercados en la que un solo agente o unos pocos manipulan el mercado, condicionan la producción o los productos, y pueden afectar directamente la formación de precios. Cualquier parecido con la realidad…
La competencia imperfecta puede generar monopolio, cuando existe una sola persona o empresa que produce determinado bien o servicio; oligopolio, cuando el poder del mercado se concentra en un grupo pequeño de productores; o monopsonio, cuando en la particularidad del mercado existe un único comprador (Banco de la República, 2015). Haciendo un pequeño símil, estas prácticas de manipulación que traen consigo la competencia desleal y la afectación negativa de los ciudadanos es lo más parecido a la falsa perfección que se vende en los párrafos de la Memoria arriba citada.
Una competencia imperfecta dirigida a nuestra aporreada ciudadanía luce insostenible, como la de la Biblioteca Nacional en Venezuela, que con su accionar imperfectivo no hace más que alimentar y profundizar los círculos viciosos que están a la vista.
P.D.: La última imperfección de quienes dirigen la Biblioteca Nacional llegó a primera discusión dentro del parlamento venezolano, pero no les alcanzó. Ahora mismo, se reabrió el debate para escuchar otras voces de la diversidad bibliotecaria. Una nueva ventana para la democracia participativa. Seguiremos informando…
Fotografías: @ElRickOrtiz
REFERENCIAS:
- Banco de la República (2015). Competencias del mercado. Subgerencia Cultural del Banco de la República: Bogotá. [En línea] Disponible en: http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/ayudadetareas/economia/competencias_del_mercado
- Ministerio del Poder Popular para la Cultura (2016). Memoria 2015. Memoria y Cuenta 2015, Vol. I. Despacho del Ministro, Oficina de Planificación y Presupuesto: Caracas. [En línea] Disponible en:
- http://goo.gl/Acp5t1
- Real Academia Española (2001). Diccionario de la Lengua Española. Vol. 6, 22° ed. Real Academia Española: Madrid.
Remy, me parece muy pertinente tu post, obviamente no expusiste todo, yo lo he hecho por mi cuenta y a mi riesgo, trabajo en la BPSR de Caracas y soy considerado un «escuálido» incorregible y de cuidado a pesar de que no hago todo el ruido que pudiera hacer. No me asombra nada de lo que cuentas de hecho, ya he observado eso. No me he metido, todavía con esa memoria y Cuenta porque con las agresiones sufridas por los trabajadores en el Instituto he preferido no tocarlo. Ademas he estado tratando de trabajar con un proyecto mas coherente que el bodrio que paso la Asamblea Difunta el año pasado que afortunadamente no logro pasar de la primera discusión y, merced a información recibida. va a ser reactivada con una visión un pòco mas seria y profesional. De hecho he estado trabajando en un papel sobre las Iniciativas del trabajo bibliotecario en función del desarrollo sustentable y eso me ha tenido leyendo mucho nuevo y viejo de mi profesión original de Ecólogo.