Como parte de los temas que propongo a explorar en este 2020 son las implicaciones y vertientes que nacen con la enseñanza de la Alfabetización informacional. Todo esto, teniendo como paradigma educativo el Marco para la Alfabetización informacional en la educación superior. Este paradigma fue propuesto por la Association of Colleges and Research Libraries (ACRL) para las bibliotecas de las universidades y “colleges” de los Estados Unidos y sus territorios. En esta primera oportunidad de manera somera se explora el rol del bibliotecario / profesional de la información como maestro.
A modo de recordatorio el 25 de junio de 2016, la Association of College and Research Libraries (organismo perteneciente a la American Library Association (ALA) adoptó el documento Framework for Information Literacy in Higher Education como el documento para guiar el desarrollo de programas de alfabetización de la información en las instituciones de Educación Superior (ES). La ACRL define este nuevo prototipo para la enseñanza de la alfabetización informacional como el conjunto de competencias que promueven el descubrimiento de la información, la comprensión y valoración de esta en los aspectos de su producción, uso y por ende la reformulación de nuevos conocimientos al participar de manera ética en comunidades de aprendizaje.
En el documento no se presenta de manera explícita el papel del bibliotecario como Maestro para la alfabetización informacional. Sin embargo, el documento como tal si esta propuesto como la guía para la enseñanza desde la biblioteca de las competencias de alfabetización y se indica en el mismo que se debe establecer una comunicación y lazos colaborativos con el profesor de la sala de clase. Para disipar esta confusión, en el 2017, la ACRL aprobó el documento Roles and Strengths of Teaching Librarians en el cual el bibliotecario en la educación superior es conceptuado como maestro o docente. La explicación que se ofrece es que
un bibliotecario docente es aquel que “enseña en diversos contextos y para quien la enseñanza puede ser parte o parte de sus responsabilidades profesionales” (ACRL, 2017, 1).
Incluso, en este documento se expande el rol del bibliotecario como educador ya que lo presenta como entrenador, guía y mentor del estudiante en su navegar en el ecosistema de la información (ACRL, 2017, 3). Concordando esta idea con lo expresado por Ortega y Gasset en 1935, que mencionaba que el bibliotecario se convierte en guía y maestro de los lectores.
Shank (2006), señala que “las bibliotecas académicas existen en un entorno que cambia rápidamente” (p. 515). Estos cambios sugieren que el rol del bibliotecario académico también es uno que debe ajustarse a los cambios acaecidos en su ambiente laboral. Fernández Troche, Álvarez & Rodríguez, argumentan que “el rol(es) del bibliotecario toma cada vez mayor importancia y complejidad: desde educador hasta facilitador y colaborador en la investigación” (2017, p.1). Esta visión compartida por las autoras concuerda con lo expuesto por la ACRL en el 2017 en su documento Roles and Strengths of Teaching Librarians. Igualmente, en estudios donde se analizan en los anuncios de empleos de bibliotecarios, los requisitos de empleos a nivel de entrada, varios autores han encontrado que un requisito predominante es el conocimiento de las destrezas de enseñanza.
Tomando como base lo expresado anteriormente enfoco mi atención en estudios sobre el mercado laboral bibliotecario. ¿Qué puede encontrar un bibliotecario en estos anuncios? Un bibliotecario novato, ¿posee las competencias y destrezas necesarias en alfabetización informacional, tanto como para ser maestro de estas? ¿puede aspirar a un empleo tal y como es anunciado en las convocatorias? Veamos…
En un estudio hecho por Shank (2006), en el cual se estudiaron los anuncios de empleos publicados durante el periodo de 1999 a 2004, donde el 40% de los mismos solicitaba que los solicitantes tuvieran destrezas de alfabetización informacional, se encontró que en la categoría requisitos de aparición frecuente el elemento de “teaching/instructional technologies” apareció en 6º lugar de 25; en la categoría de cualificaciones deseables “library instruction experience” ocupó el 4º lugar de 15 y la de “teaching methodologies” ocupó el lugar 15 de 15; y que en cuanto a la categoría de responsabilidaddes primarias, “library instrucctional programs” ocupo el lugar número 3 de 19.
En el 2012, Detmering y Sproles, realizaron un estudio similar. En el mismo hicieron un monitoreo semanal de las ofertas de empleo a bibliotecarios novatos. Durante el año del estudio, el 2010, estudiaron 385 anuncios publicados en el ALAJobList y LISJobs. Los hallazgos del estudio revelaron lo siguiente:
- En la primera categoría definida como funciones tradicionales, dentro de la cual se establecían 5 subcategorías en el estudio, la alfabetización informacional ocupo el segundo lugar.
- En cuanto a las tareas mencionadas en los anuncios, la alfabetización informacional apareció en el 97% de los anuncios estudiados.
- De acuerdo con los anuncios estudiados, en el 97% de los mismos, la alfabetización informacional era una tarea requisito.
Como resultado de su investigación, Detmering y Sproles (2012) sostienen que “un bibliotecario de referencia de nuevo ingreso puede servir como profesor de aula” (p. 553). De igual manera durante todo el estudio se reflejó el vínculo del bibliotecario referencista al rol de educador. Este argumento puede apoyarse en la aseveración de Fallahay Loesch (2010) en la que ésta afirma que “los bibliotecarios académicos constantemente transforman las preguntas de los usuarios en oportunidades de enseñanza” (p. 34).
Estudios posteriores como el de Triumph y Beile (2015) mencionan que investigaciones previas, demuestran que los anuncios de empleos para bibliotecarios requieren conocimientos de información y experiencia de instrucción… (p. 719). Igualmente, los autores mencionados indican que el 53 por ciento de todas las posiciones anunciadas de servicios públicos de nivel de entrada aún requieren o prefiere experiencia en alfabetización informacional o instrucción en la biblioteca (p.734, citando a Detmering & Sproles, 2012).
Como parte de esta temática, en el 2016, Radniecki, investigó los avisos de empleo a bibliotecarios en publicaciones del campo de la bibliotecología, durante el periodo de 2006 a 2012. Los hallazgos de su investigación mencionan que el 78% de las bibliotecas que ofertaron empleos fueron académicas y que, de estas, el 39% requería funciones de formación y alfabetización informacional. Confirmando esto, la necesidad que el bibliotecario académico se vea a sí mismo como maestro.
Tanto el Marco para la alfabetización informacional en la educación superior como algunos autores, sugieren que el bibliotecario académico debe asumir/abrazar la enseñanza como parte de sus funciones. Fallahay Loesch, (2010) afirma que “la enseñanza es una pequeña parte del conjunto de conductas que constituye el rol del bibliotecario (p. 32)”. La autora antes mencionada reafirma e incluso expande su argumento cuando menciona que “los bibliotecarios académicos deben hacerse cargo de su condición de académicos y enseñar cursos semestrales con créditos” (p.31). Tomando en consideración lo antes expuesto, la autora concuerda con lo expresado por Douglas en 1999, cuando afirmaba que “el bibliotecario como maestro es el siguiente paso en la evolución de la profesión” (p.26).
El análisis de estos estudios, producen un espacio para la reflexión un poco más allá de lo presentado. Enfoquemos a los programas de preparación de bibliotecarios. En los Estados Unidos y sus territorios los programas de preparación de bibliotecarios son programas graduados (maestría), por lo tanto, el futuro bibliotecario puede tener estudios en cualquier campo del saber y un primer grado universitario. Este primer grado no necesariamente tiene o debe ser en Pedagogía, por lo tanto, ¿proveen estos programas de preparación de bibliotecarios, el componente de pedagogía necesario para éste futuro egresado?
En una próxima entrega dialogaremos un poco sobre el componente de pedagogía tan necesario para los bibliotecarios y futuros egresados para asumir el rol de Maestro de las competencias de alfabetización informacional en las instituciones de educación superior.
REFERENCIAS
ACRL Board of Directors. (2017). Roles and Strengths of Teaching Librarians.
Detmering, R., & Sproles, C. (2012). Forget the Desk Job: Current Roles and Responsibilities in Entry-Level Reference Job Advertisements. College & Research Libraries, 73(6), 543-555.
Douglas, G. V. (1999). Professor Librarian: A Model of the Teaching Librarian of the Future. Computers in Libraries, 19(10), 24.
Fallahay Loesch, M. (2010). Librarian as professor: a dynamic new role model. Education Libraries, 33, (1).
Fernández Troche, A., Álvarez, J., & Rodríguez, G. (2017). El bibliotecario como facilitador de la investigación ante la realidad de los nuevos marcos conceptuales de alfabetización informacional. ACURIL: Multidisciplinary Research in the Caribbean: A Collaborative Approach.
Ortega y Gasset, J. (1966). Obras completas. Madrid.: Revista de occidente.
Shank, J. D. (2006). The blended librarian: A job announcement analysis of the newly emerging position of instructional design librarian. College & Research Libraries, 67(6), 514-524.
Triumph, T., & Beile, P. (2015). The Trending Academic Library Job Market: An Analysis of Library Position Announcements from 2011 with Comparisons to 1996 and 1988.College & Research Libraries, 76(6), 716-739.