Es probable que no existan muchas, pero existen y son fundamentales para el futuro de nuestra disciplina, y aunque quizá parece una tarea sencilla es bastante compleja.
En la actualidad no hay como tal algo normalizado para que estas bibliotecas queden unificadas. La problemática parte de que los sistemas de clasificación pueden resultar bastantes complejos para los niños que están en guarderías, que a diferencia de bebetecas o salas infantiles, no están acompañados de sus padres.
Los niños aquí son más independientes, ellos mismos pueden seleccionar el libro que les resulte atractivo, sentarse al lado de los niños que tengan gustos similares, incluso identificar en que estante pueden encontrar los libros de su interés. Y es relevante mencionar que por lo general sus edades van de los 0 años a los 4 años de edad.
Para conocer algunos ejemplos de bebetecas (que son lo más parecido) podemos remitirnos a la publicación titulada: “Bebeteca ¿Biblioteca para bebés?”
Pasando al tema de la clasificación del material resguardado en estas bibliotecas, cabe destacar que los niños van a elegir el material que les resulte más atractivo, ya sea por textura o color y que la misión de esta clasificación debe ser que los menores identifiquen su área favorita y entiendan que pueden tomarlo de ese lugar siempre que lo quieran.
Para ello podemos apoyarnos en ideas como las siguientes:
Margarita de 10 pétalos:
Se separa por 10 colores y/o imágenes diferentes, los cuales representan las clases de la CDU. Con la finalidad de que el menor logre asociar imágenes y colores con el tema de su interés.
Código Junior en Colores:
Este sistema se basa en el Sistema de Clasificación Decimal Dewey, propone clasificar los textos infantiles, en 10 grandes categorías asociadas a las clases principales del Dewey, a cada una se le asigna un color.
Árbol de colores:
Basado en el “Código Junior en Colores” en donde el objetivo es el mismo, pero la presentación cambia haciéndola más amigable para el menor.
La idea que se propone en esta publicación es la siguiente:
Los temas que se manejan en este tipo de sitios son muy sencillos, por ello utilizar una imagen simple de un solo color para clasificar libros con temáticas similares, facilitaría el trabajo del bibliotecario y sería eficaz para la comprensión de los menores; por ejemplo:
- Animales: León de color amarillo
- Salud e higiene: un jabón de color azul
- Transporte: un carro azul
- Entorno familiar: un corazón rosa
Lo anterior debido a que para los niños pequeños es más fácil relacionar una imagen grande con un color.
Y para el bibliotecario, la etiqueta solo llevaría datos como:
- La imagen del respectivo color
- Numero de adquisición
Para llevar el control del material en existencia.
Estas herramientas pueden ser modificadas y adaptadas a las necesidades de cada guardería. Lo importante de clasificar los libros en una guardería es crear criterios simples y efectivos para organizar la colección que estará en estantería disponible para los usuarios que aún no leen y sobre todo que están ansiosos por aprender cosas nuevas.