Cuando lo que predomina por el amor a algo es llegar al poder de su dominio y control total, en la importancia de «mi idea» y egocentrismo de mi ser, todo se vuelve inutil y no empieza sino a retroceder en su mejora. La capitalización de la lectura, en la manera que lo hace una empresa como AMAZON, no es tan positiva y aportadora a como lo era en sus inicios.
Siguiendo este texto encontrado en el sitio web de actualidad en tecnología theverge.com, titulado «The everything book: reading in the age of AMAZON», tengo algunas consideraciones sobre lo que esta empresa enfrenta y lo que muestra plantear para un futuro cercano.
Como bibliotecólogos nos es necesario conocer el tema editorial, publicitario y comercial que enreda a todo autor y sus escritos, y por tanto he visto pertinente dar a conocer una realidad sobre lo que sucede ahora con un expositor indudable del libro como lo es AMAZON. Ellos han demostrado que su reto a partir de Kindle, producto clave de su modelo de negocio, es inventar algo mejor que lo que ha representado el papel al libro en tanto tiempo… ¡semejante hazaña!
En sus diferentes estudios del usuario, han establecido una serie de laboratorios en los que analizan los comportamientos de lectura de las personas con tal de establecer un mejor producto para sus manos y vivir una experiencia de lectura más rica y robusta que la que puede tener en otro tipo de pantalla, e inclusive en un papel. Es reconocible el desarrollo que tienen y el conocimiento que han creado entorno al libro como objeto que ofrece experiencias con la versatilidad de acompañarte mientras manejas, esperas, comes o realizas cualquier actividad que antes no era posible con un libro papel.
«Reading is nothing more than the memorialization of what was thousands of years of rich oral culture».
El impacto de estas innovaciones sobre el libro se ve reflejado en las ventas de esta empresa, y en la existencia de competencia que crece cada vez más por parte de las editoriales y empresas como Apple y Google, sin embargo es indudable su predominio en este mercado. Este impacto empresarial ha generado igual cambios en las bibliotecas que las ha llevado a adaptarse y entender los nuevos hábitos de sus usuarios, ofreciendo servicios acordes a estas nuevas formas de abordar necesidades de información y conocimiento.
Desafortunadamente, en una actualidad demarcada por la competencia, estas empresas realizan estrategias que exigen a los escritores además a realizar un pago adicional para quedar mejor posicionados en sus listados de resultados, donde el más débil se ve relegado y obligado a buscar otras opciones de tener un espacio digno en el cual pueda ser visto y comercializado; una vez más la cultura se debe ajustar a las maneras en que el mercado ajusta los hábitos de compra de los clientes, en detrimento de las letras, los pensamientos y la comunicación.
Hasta qué punto el amor por los libros, como objetos con contenidos que ofrecen experiencias, es suficiente para ser consciente y consecuente por todos los contenidos, buscando estrategias o modelos de negocio menos agresivos y más colaborativos. Es una utopía en pensar en este tipo de preguntas con soluciones esperanzadoras y de seguro negadas al mismo tiempo porque son un riesgo mayor para su proceso lucrativo y de poder.
Recomiendo leer el artículo que relaciono al principio del post, es un tiempo que no perderán de seguro.
Feliz navidad y año nuevo anticipado 🙂