«Espero que el tiempo me alcance para ver este sueño» nos dice él con su habitual entusiasmo y su mirada se detiene en los recuerdos de su natal Chupaca. En esta entrevista el profesor y bibliotecólogo peruano César Castro nos habla de sus motivaciones, experiencias y cómo empiezan a concretarse los primeros pasos de Achikyay.
César, ¿cómo surge tu pasión por promover la lectura?
Una infancia sin libros ni bibliotecas, en nuestro pueblo, entiendo, podría habernos marcado y al mismo tiempo inspirado abrazar profesiones, como educación y bibliotecología, ambas de profundo contenido social e íntimamente relacionadas con la promoción de la lectura.
¿Desde cuándo trabajas activamente en temas relacionados a la promoción de la lectura?
Hace ya más de cuatro décadas. En 1972, organizamos una sala infantil, anexa a la biblioteca pública Jorge Basadre de Chupaca y, después, proseguimos con nuestra labor, ahora ya como maestro bibliotecario, en una biblioteca escolar. Más tarde, durante muchos años, en la Biblioteca Nacional del Perú. La lectura, clave para el acceso a la información, el conocimiento y la cultura, qué duda cabe, es razón de ser de las bibliotecas y, también, de los bibliotecarios.
¿Cuál crees que es el rol de la familia y la escuela en la labor de inculcarles la lectura en los niños?
La familia y la escuela, son escenarios determinantes en la formación temprana y segura de buenos lectores. Los hechos lo demuestran: Jorge Basadre y Vargas Llosa, dos prominentes intelectuales peruanos, atribuyen los éxitos en sus respectivas carreras, a su temprana afición a la lectura, gracias a la existencia de una biblioteca en la casa paterna y a la influencia de sus familiares más cercanos y, como no, a la influencia de sus primeros maestros. Lo ideal es que familia y escuela articulen sus esfuerzos y se complementen con los servicios de lectura de las bibliotecas públicas.
¿Cómo crees que los docentes y bibliotecólogos pueden promover la lectura en los niños?
En principio, como ya dijimos al comienzo, ambas profesiones son esencialmente de servicio y totalmente relacionadas con la promoción de la lectura. En una biblioteca escolar, ciertamente, la labor de bibliotecario debería estar coordinada con la del maestro, tanto para apoyar el desarrollo del currículo como en las actividades de animación a la lectura. Lo propio debería ocurrir en el contexto de las bibliotecas públicas, que están llamadas a diseñar programas de promoción de lectura tanto para los niños y jóvenes, como para el resto de la comunidad. En este empeño de la biblioteca pública, el maestro es uno de sus aliados.
¿Qué significa Chupaca en tu vida?
Mucho. Fue allá, en los ambientes de la Biblioteca Municipal Jorge Basadre de Chupaca, donde tuvo lugar nuestro primer encuentro con el quehacer bibliotecario, gracias a Aquilino Castro, su fundador, la Sra. Carmen Checa y el joven bibliotecólogo Augusto Isla, de la Oficina de Bibliotecas Públicas de la Biblioteca Nacional del Perú. Fueron ellos nuestros primeros maestros en bibliotecas y consiguientemente en materia de promoción de lectura. Sus enseñanzas a lo largo de tantos años, solo se han afianzado en nosotros. Por ello ahora, a más de 40 años de haber recibido esos primeros influjos, hemos decidido retornar a la madre tierra, a continuar con nuestra labor, esta vez con enorme suerte de hacerlo acompañado de un grupo de colegas y amigos, todos jóvenes, reunidos en torno a Achikyay, el naciente centro de investigaciones y promoción de lectura.
¿Cómo surge Achykyay?¿Qué te motivó a impulsar esta iniciativa? Son varios hechos los que nos han impulsado a crear este colectivo. Primero, la prosperidad de muchas familias de Chupaca, que en los últimos 25 años han logrado transformaciones visibles en su situación económica, pero con muy pocas repercusiones en la vida cultural. La biblioteca pública Jorge Basadre, años atrás una de las referentes de la Región, hoy postrada, ya casi sin vida, sin haberse adaptado a los cambios de las últimas décadas. Tampoco tenemos librerías, que ofrezcan material de lectura, al margen de los textos escolares que son obligatorios en las instituciones educativas. No hay bibliotecas escolares bien organizadas, mejor dicho. Animados por colegas, como Cecilia Justino, Ángela Luna, Ruth Sarmiento, Jacqueline Medina, Valeria Saavedra; algunos profesores chupaquinos, como Renzo Pérez, Gloria Ortega, entre otros, además de colegas y amigos de otros países, como Nelson Rodríguez (Venezuela), Lucía Abello (Chile), Gloria María Rodriguez (Colombia), Elsa Ramírez (México), entre muchos otros, nos encontramos con este nuevo sueño que es nuestro verdadero desafío: añadir a la relativa prosperidad económica de mi pueblo, el componente lectura: llave para acceder a la información, el conocimiento y la cultura.
¿Cuáles son los próximos proyectos para Achykyay?
Primero, estamos evaluando los resultados de los talleres de capacitación para maestros, que tuvo buena aceptación y de la última Maratón de lectura, realizada en la Plaza principal de Chupaca, donde se ha podido apreciar la entusiasta participación no solo de instituciones educativas, sino de padres y madres de familia, cuerpo médico y de enfermeras del Centro de Salud, Madres del Comité del Vaso de Leche, autoridades, como el Alcalde provincial, entre otros representantes de las organizaciones de base. Achikyay se ha creado para construir un programa modelo de promoción de lectura que articule las acciones de la familia, la escuela y la comunidad; por tanto, pronto trabajaremos con padres y abuelos, sin descuidar a los docentes. Precisamente, para apoyarlos, estamos preparando un plan inicial de impulso a las bibliotecas escolares. Del mismo modo, estamos levantando información sobre la situación de las bibliotecas públicas, cuyo relanzamiento será inevitable si es que la familia y la escuela, como resultado del trabajo con ellas, nos ayudan a impulsarlo.
¿Algo que te gustaría añadir?
Queremos invitar a todas las personas interesadas, bibliotecólogos, profesores, psicólogos, en fin personas de todas las disciplinas, a sumarse a este naciente colectivo, para aportar sus conocimientos, experiencias y expectativas. En nuestro colectivo habrá siempre un espacio para quienes quieren aportar su esfuerzo, para que ACHIKYAY (término quechua que significa amanecer, alumbrar, iluminar) pueda cumplir con su gran sueño: generar un movimiento colectivo, un gran movimiento que contagie, viral diríamos, a favor de la lectura, involucrando a la familia, la escuela y la comunidad.