Anualmente la American Library Association (ALA, por sus siglas en inglés) conmemora la semana de los libros censurados durante la última semana de septiembre e inicios de la primera semana de octubre. Este año, el lema que presenta es: “La censura es un callejón sin salida. Ejerce tu libertad para leer” (en inglés “Censorship is a dead end. Find your freedom to read”). Este año la semana de los libros censurados comienza, luego de la controversial censura de la aplicación Tik Tok en los EE. UU. (Pham, 2020). A su vez, la nación norteamericana se encuentra con bajo el control gubernamental y falta de transparencia sobre la información de la actual pandemia del novel coronavirus (también conocido como SARS-COVI-2 o COVID 19) (CDC, 2020). Dentro de múltiples controversias, la semana pasada la ciudadanía del país se encuentra en alerta ante la nominación de una nueva jueza al tribunal supremo, luego del fallecimiento de la jueza Ruth Bader Ginsburg. La alerta sobre la nominación de una nueva jueza, la cual se rumora que es Amy Coney Barret, quien se ha destacado por su visión conservadora. Las preocupaciones sobre el nombramiento de Barret están atadas a las libertades civiles que se han alcanzado a través de casos vistos en el alto foro de los EE. UU. Entre las más debatidas se encuentran los derechos de los inmigrantes en los EE. UU. y la decisión de 1972 del caso de Roe v. Wade, sobre el aborto seguro y accesible para las mujeres. En temas sobre la discusión de los derechos de diversidad racial, el gobierno también ha llevado a cabo directrices señalando que la discusión de éste tema y la capacitación sobre talleres de sensibilidad son antipatrióticos (Dawsey & Stein, 2020). Este último ejercicio de silenciamiento ocurre luego de varios meses en los cuales se ha discutido el abuso policiaco a las comunidades afrodescendientes. Con ello, el silenciamiento sobre el discurso sobre la necesidad de las agencias gubernamentales y el sistema educativo de atender el problema sobre el racismo sistémico queda como un reto a las autoridades.
Principios de la profesión bibliotecaria
La profesión bibliotecaria está ligada a varios principios. Entre ellos se encuentra la Carta de derechos de las bibliotecas de la American Library Association (2006) y el Código de éticas para bibliotecarios y demás profesionales de la información (2012). Junto a estos principios, existen los derechos de los lectores. Uno de los más populares ha sido los de Ranganathan, en los cuales se enfatiza el compromiso del profesional de la información con el lector (Rimland, 2006). Las cinco leyes de la bibliotecología, según Ranganathan son:
- Los libros son para usarse.
- A cada lector su libro.
- Cada libro su lector.
- Salvar el tiempo del lector.
- La biblioteca es un organismo en crecimiento.
Si el bibliotecario parte y ejerce su profesión con estos principios, es imprescindible pensar que éste se opondrá a la censura. Dentro de su rol como profesional de la información en el siglo XXI, el bibliotecario acudirá a diversas estrategias para defender el derecho de cada lector y usuario al a información. La censura como ejercicio dentro de una unidad de información conlleva a suprimir y cohibir a una comunidad de información que puede atender sus necesidades.
Trasfondo de la censura y su impacto
La censura se ha llevado a cabo a lo largo de la existencia de las bibliotecas e instituciones que albergan el conocimiento. Su ejercicio fundamental implica remover, suprimir o restringir la circulación de textos. La meta de la censura conlleva el regular el discurso o la libre expresión. Como resultado puede llevar a la manipulación de la opinión pública a través de la imposición de textos que regulen la misma. En el pasado, la censura se limitaba a la destrucción de textos o el limitar el acceso físico al público. En la actualidad las implicaciones sobre la censura son formas en cómo se interactúa con la información. En el caso de la red, la censura puede ser a través del reto de un texto en una biblioteca pública o escolar. En la red, la censura se puede observar a través de la jerarquización de la información a través del mercado o su fácil/difícil acceso. Otras de las implicaciones o ejercicios que se llevan a cabo en la censura de textos se encuentra la limitación de la disponibilidad de las traducciones. Una estrategia que también se observa aún en nuestros tiempos es a través de las ediciones alternas, donde se elimina contenido que ha sido controversial o desfavorecido de la edición anterior. Cabe mencionar que no todos los ejercicios de edición implican o llevan a la censura. Este último se puede apreciar a través de textos educativos o aquellos designados para niños. En la actualidad, la censura se ha llevado activamente en escenarios educativos y a través de textos para niños y jóvenes.
Entre los temas comunes en la censura de libros, particularmente aquellos para niños y jóvenes se encuentran:
Temas raciales- Temas LGBTTQIA+
- Contenido sexual
- Puntos de vista políticos (i.e., izquierdistas)
- Violencia
- Lenguaje obsceno
- Puntos de vista religiosos y sus prácticas
- Drogadicción y alcoholismo
- Educación sexual
- Perspectiva de género
Las razones por las cuales estos temas son controvertibles y censurados se deben a que “no son considerados aptos para el grupo demográfico”. A su vez, algunos son sancionados por la “falta de valores”. En Puerto Rico los temas que más son retados son aquellos considerados sexualmente explícitos, textos con lenguaje ofensivo, temas LGBTTQI+, la perspectiva de género y la violencia. Cabe destacar que los textos sobre la educación sexual han sido polémicos y en muchas instancias han sido utilizados para tergiversar la incursión de la educación con perspectiva de género. A su vez, esto crea un tabú y desinformación sobre lo que es la educación sexual y su importancia.
Censura en entornos escolares
La integración de cualquier texto en una biblioteca o aula escolar debe estar atada al quehacer curricular. En el caso específico de la biblioteca escolar, estos materiales deben apoyar la gestión educativa, el interés de los estudiantes y educadores, al igual que apoyar las necesidades de la comunidad. Este último punto, debe enfocarse en cuáles son los temas y situaciones que impactan a la comunidad. Algunos de los temas y recursos que pueden apoyar el quehacer educativo y responder a las necesidades de la comunidad se encuentra proveer recursos sobre: la muerte, enfermedad, manejo de emociones, temas sobre la identidad (racial, género, religiosa, etc.).
En el proceso de incorporar recursos que han sido retados o censurados al entorno escolar se recomienda que se eduque a la comunidad sobre el tema de la censura y la libertad intelectual. En el proceso educativo debe educar sobre los materiales que se están incluyendo en la colección de la biblioteca y al currículo escolar. Es imperativo resaltar la importancia del recurso, pertinencia y los beneficios de incorporar este en el quehacer educativo. A su vez, dentro de la discusión e incorporación de libros censurados es necesario enfatizar el derecho a la lectura y el derecho a la educación. El ejercicio de censura es un obstáculo a la educación y al discurso de los derechos civiles. Es por ello por lo que el bibliotecario debe apoyarse en las cartas de derecho y principios de la profesión, mencionados al inicio de este escrito.
Como parte del ejercicio educativo, tanto el bibliotecario escolar como los maestros deben trabajar en conjunto. Al igual que la incorporación de un recurso que ha sido avalado y ha estado libre de controversias, la incorporación de libros censurados requiere un andamiaje curricular. Dicho andamiaje se puede llevar a cabo a través de lecciones complementarias o discusiones sobre el tema del recurso. Incluso, se discute cómo el tema del libro está relacionado a la cotidianidad de la comunidad escolar.
Existe algunos portales de organizaciones profesionales y educadores en los cuales se realizan recomendaciones sobre materiales censurados. Uno de estos ejemplos es la página en Facebook organizada por Joshleen Cirino, Censura Literatura Infantil. Cirino es una educadora puertorriqueña, quien ha recopilado y compartido material sobre temas censurados en la literatura infantil. Además de la recomendación de libros, Cirino comparte algunas estrategias cómo integrar estos en el aula escolar o como padres y tutores pueden presentar estos a niñxs.
Marco de AASL (2018)
El marco de la American Association of School Libraries (AASL, por sus siglas en inglés), se basa en seis principios. El quinto principio atiende la libertad intelectual, de lectura y educación:
“Intellectual freedom is every learner’s right. Learners have the freedom to speak and hear what others have to say, rather than allowing others to control their access to ideas and information; the school librarian’s responsibility is to develop these positions in learners, educators, and all other members of the community” (AASL, 2018).
El marco presenta seis componentes: (1) indagación, (2) inclusión, (3) colaboración, (4) curar, (5) explorar y (6) participación. Cada uno de estos estándares poseen elementos que apoya la incorporación de los temas de los libros censurados. Cada estándar de contenido permite que el estudiante indague conocimientos sobre sus intereses o la cotidianidad. Esto lleva al estudiante a poder tener oportunidades de enriquecimiento intelectual.
Estándares de DEPR (2015)
Los estándares del Programa de Servicios Bibliotecarios y de Información del Departamento de Educación de PR (DEPR) posee criterios similares a los presentados por AASL (2018).
- Adquisición de Conocimiento (AC)– El estudiante indaga, piensa críticamente y obtiene conocimiento.
- Creación de conocimiento nuevo (CCN)- El estudiante llega a conclusiones, toma decisiones informadas, aplica el conocimiento a situaciones nuevas y crea nuevo conocimiento.
- Intercambio de conocimiento (IC) – El estudiante comparte conocimiento y participa de manera ética y productiva como miembro de una sociedad democrática.
- Crecimiento personal a través de la lectura (CPL) – El estudiante procura el crecimiento personal y estético a través de la lectura.
Los estándares del DEPR preceden a los presentados por AASL (2018) y contemplan el uso y manejo de la información. Cómo se puede observar, el discurso sobre el acceso a la información, el intercambio de conocimiento y el desarrollo personal del estudiante son temas fundamentales en las bibliotecas escolares. Al igual que los estándares de AASL (2018), los estándares del DEPR (2015) proveen el andamiaje para presentar e incorporar libros censurados y la discusión de estos.
Acciones para tomar en caso de que un libro sea retado
En ocasiones, algunos bibliotecarios escolares y educadores se toparán con que algún(os) libro(s) es retado. Esto depende de la comunidad, su cultura, el gobierno y las posibles tensiones que impacten al país o a la comunidad. No obstante, es importante que el bibliotecario escolar defienda la libertad a la lectura y la libertad intelectual. Algunas acciones que se recomiendan que se lleven a cabo si un libro es retado son:
- Evitar remover el libro, sobre todo si el mismo ha sido aprobado por la administración escolar.
- Documentar las razones por las cuales el libro está siendo retado. ¿Qué observaciones tiene la persona que está retado el libro? ¿Hay más de un miembro de la comunidad que se opone? ¿El texto ha sido leído por estas personas? Quien(es) reta(n) el libro, ¿conoce el trasfondo de este?
- Reportar que el material ha sido retado. Se debe informar que el recurso ha sido retado por un miembro de la comunidad. Dentro del informe, incluye las razones que presenta el miembro de la comunidad. Junto a ello, explica las razones por las cuales el recurso pertenece a la colección de la biblioteca y justifica su preservación. La justificación se debe amparar a la conexión curricular y los derechos del lector.
- Reafirmar a la comunidad cómo el recurso y otros recursos retados apoyan la educación de los niñxs. Todo recurso en la biblioteca escolar tiene un propósito educativo o de apoyo para la comunidad. Algunas de las formas en que se puede reafirmar cómo las lecciones presentadas apoyan la gestión educativa. Debido a que muchos recursos retados poseen temas sobre la identidad de género y racial, se recomienda que se resalte como el libro apoya la celebración a la diversidad y fomenta el respeto.
ALA posee un formulario en su portal para informar los recursos que han sido retados. El mismo puede ser completado por cualquier miembro de la comunidad escolar. El propósito de este formulario es llevar un récord sobre los materiales que han sido censurados y retados. Los resultados de este instrumento forman parte del informe anual que publica ALA sobre los libros que han sido censurados o retados.
Estas son algunas formas en cómo se puede incorporar los libros censurados en la educación escolar. Cada región, país o distrito escolar ha desarrollado diversas herramientas sobre cómo llevar a cabo este ejercicio. A su vez, cada año suele presentarse nuevas propuestas sobre cómo trabajar el tema.
Para conocer más sobre el tema de la censura sintonice a las actividades del Sistema de Bibliotecas de la Universidad de Puerto Rico a partir del 28 de septiembre de 2020 hasta el 2 de octubre de 2020.
Referencias
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Dawsey, J., & Stein, J. (2020, 5 de septiembre). White House directs federal agencies to cancel race-related training sessions it calls ‘un-American propaganda’. Washington Post. https://www.washingtonpost.com/politics/2020/09/04/white-house-racial-sensitivity-training/
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