Estudiantes de la información, siendo parte del 1 por ciento

Soy parte del 1% que según esta infografía: Anatomía de un bibliotecario: disección de la bibliotecología moderna (vía: master-degree-online.com) constituye el componente demográfico de los bibliotecarios profesionales entre los 20 y 24 años. Aunque las cifras que allí se presentan son tomadas del contexto norteamericano éstas, tal vez, serán similares en países iberoamericanos y del resto del mundo, demostrando que pertenecemos a una profesión a la que le huyen los jóvenes.

Una decisión de vida

Para ampliar mi hipótesis planteo las siguientes preguntas: ¿cuántos estudiantes que recién terminan sus estudios de bachillerato ingresan a un programa técnico o universitario?, ¿cuántos ingresan específicamente a estudiar bibliotecología, archivística o ciencia de la información? incluso ¿cuántos finalizan sus estudios y se titulan?

Day 44: Born to be a librarian

[Born to be a librarian. Ilustración de Heng Swee Lim. Publicada en Flickr bajo licencia (C)]

A partir de mi paso por la universidad, puedo decir que efectivamente son pocas las personas que ingresan a un programa de Información y Documentación siendo menores de 18 años y menor es el número de los que se gradúan a los 21 años (aclaro que en mi caso al terminar el bachillerato teníamos 16-17 años en promedio). Las razones varían de uno a otro (condiciones sociales, económicas, etc.) y más allá de analizar el por qué los jóvenes no continúan con su formación académica (punto clave y necesario) me gustaría volver a algo que he hablado con algunos estudiantes de la información: ¿qué acciones o estrategias son necesarias para que estudiantes de últimos años escolares vean en esta profesión su proyecto de vida?

Una posible respuesta, relacionada con los ingresos económicos -atractivo en tiempos de crisis e inestabilidad-, fue publicaba en un periódico colombiano mencionando el estudio más reciente del Observatorio Laboral Para La Educación:

Bibliotecología: más que libros viejos 

La presentan cada año como la joya académica por descubrir, pero sigue sin ser descubierta. Pocos bachilleres se le miden a una carrera que suena a aburrimiento. «La gente piensa que bibliotecología es para ir a manejar una biblioteca y encerrarse en un cubículo -cuenta Jurgen Holberck, [ex]decano de Comunicación de la [Pontificia] Univerisidad Javeriana– Ahora tiene muchas aplicaciones en ciencias de información, archivística y gestión del conocimiento. La información que se ve en el ciberespacio pasa por esta área«. Justamente la escasez de profesionales en ciencias de la información hace que ganen de entrada, en promedio, 1,6 millones de pesos (U$ 800), cuando lo normal entre profesionales es 1,3 millones (U$ 650). Tomado de:eltiempo.com

Sangre nueva

Aquí parte mi especial interés en rescatar y establecer un diálogo con los Estudiantes de la Información porque son estos jóvenes quienes llegan en un momento crucial en el que la profesión se está transfigurando desde la academia y el quehacer. Los aportes ya son evidentes y su divulgación no se debe hacer esperar. Por ello, en la próxima entrega tendremos algunos testimonios de la nueva sangre de la profesión.

Sobre MauricioFino

Profesional en Ciencia de la Información - Bibliotecólogo. Especialista en Alta Gerencia. Soy docente universitario y comenzando un proyecto de emprendimiento. Aprendo francés y programación. Escribo en http://maolibrarian.com; colaboro en www.infotecarios.com y administro http://obturisti.co, un laboratorio colaborativo patafísico.

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