De la revisión de la literatura especializada sobre aprendizaje se observa que las distinciones entre «formal», «no formal» e «informal» fueron introducidas en los años 70 y luego popularizadas por distintos autores. Estas definiciones han evolucionado en el tiempo, coexistiendo una diversidad de significados asociados que incluso generan discrepancias, siendo a veces aplicados al escenario de aprendizaje y otras al proceso de aprendizaje.
La Comisión Europea, ofrece las siguientes definiciones:
«Aprendizaje formal [formal learning]: aprendizaje ofrecido normalmente por un centro de educación o formación, con carácter estructurado (según objetivos didácticos, duración o soporte) y que concluye con una certificación. El aprendizaje formal es intencional desde la perspectiva del alumno.
Aprendizaje informal [informal learning]: aprendizaje que se obtiene en las actividades de la vida cotidiana relacionadas con el trabajo, la familia o el ocio. No está estructurado (en objetivos didácticos, duración ni soporte) y normalmente no conduce a una certificación. El aprendizaje informal puede ser intencional pero, en la mayoría de los casos, no lo es (es fortuito o aleatorio).
Aprendizaje no formal [non-formal learning]: aprendizaje que no es ofrecido por un centro de educación o formación y normalmente no conduce a una certificación. No obstante, tiene carácter estructurado (en objetivos didácticos, duración o soporte). El aprendizaje no formal es intencional desde la perspectiva del alumno».
El aprendizaje informal es una característica general de toda la trayectoria de aprendizaje, lo obtenemos en el día a día como resultado de nuestra interacción con la sociedad y actualmente es favorecido por la evolución de los medios y procesos de adquisición de conocimiento así como la disponibilidad de contenidos en abierto. En este contexto, Internet se convierte en uno de los principales escenarios del aprendizaje informal debido a que sus aplicaciones y actividades sociales de naturaleza participativa y comunitaria son similares a las características principales del aprendizaje humano que son: crear, compartir, colaborar y analizar.
En la formación continua, el aprendizaje informal se constituye como una fuente esencial, no obstante su reconocimiento y puesta en valor dependerá del proceso de reflexión de cada individuo. Adentrándonos en el ámbito de las Ciencias de la Información, se observa que es una profesión tradicionalmente propensa a compartir conocimiento, cuya práctica profesional requiere muchas veces vincularse con las tecnologías de la información y la comunicación y los medios sociales.
Para la formación continua en Internet de los profesionales de la información se cuentan con los siguientes canales de aprendizaje informal: MOOCs o Massive Online Open Courses (algunos buscadores: MOOC List, MOOC.es), redes sociales (existen diversas comunidades para bibliotecarios), repositorios digitales abiertos y cerrados (ej.: E-LIS), blogs especializados (ej. BiblogTecarios e InfoTecarios), listas de distribución (ej. InfoBib y Lista Biblios), directorios profesionales (Exit) y comunidades de práctica online (ej. Aprender 3C y Social Biblio).
Tanto Internet como los canales mencionados, permiten la visibilización del aprendizaje informal y son esenciales en la formación continua de los bibliotecarios, documentalistas y archivistas que hacen uso de ellos según sus necesidades y temas interés.
Finalmente, comparto la presentación de la ponencia realizada en el marco del «V Seminario Internacional de Bibliotecología e Información» – SIBI 2015:
Formación continua mediante canales de aprendizaje informal en el ámbito de las Ciencias de la Información [Presentación] from Silvana Aquino