La formación de usuarios o también conocida como alfabetización en información y comunicación es una práctica que se debe lleva a cabo en las bibliotecas y centros de documentación, y tiene como objetivo el buen manejo de la información.
Este servicio es un factor importante y esencial en la educación mexicana y en todos los niveles de aprendizaje, fomenta el desarrollo de competencias, y está vinculada con otros elementos prioritarios de la alfabetización informacional (la alfabetización electrónica-informática o digital).
Como todos sabemos, la información se ha incrementado con el paso del tiempo, hoy en día todos cuentan con herramientas inmediatas para tener acceso a ella, sin embargo las diversas modalidades para organizarla y ofrecer a los usuarios nos han obligado a evolucionar teniéndose que adecuar a las necesidades de las bibliotecas en general. El bibliotecario por su parte tiene la obligación de satisfacer las demandas y necesidades de sus usuarios, para ello necesita diseñar con base a los recursos con los que cuenta, actividades que promueven el desempeño independiente del usuario dentro de la biblioteca, logrando el objetivo con esta actividad el usuario podrá: buscar, acceder y utilizar eficazmente la información.
Sin embargo existen muchas dificultades para lograr esto al cien por ciento, ya que en los últimos 20 años la educación en México ha dejado de reforzar el vínculo entre escuela y biblioteca, hoy en día la mayoría de los docentes de educación básica no ofrece la biblioteca como una herramienta de consulta y acceso a la información, de ahí que se haya dejado de lado esas tareas donde te mandaban a buscar información en la biblioteca pública.
Derivado de esta situación los alumnos crecen si hábitos de metodología en la investigación y se conforman con la búsqueda informal y poco confiable que les ofrece su dispositivo electrónico gracias al fácil acceso a la Internet, convirtiéndose esto en un problema para quienes estamos en bibliotecas universitarias, donde llegan alumnos de nuevo ingreso llenos de “vicios” en las formas de recuperar información y documentar sus trabajos de investigación y tareas, y es cuando surgen los grandes retos para el personal bibliotecario, quienes tienen que formar al usuario de una forma intensiva y al mismo tiempo retirar o abolir los malos hábitos que trae consigo.
La formación de usuarios debe ir de la mano desde la edad temprana, siendo obligatorio para todas las instituciones educativas la vinculación escuela-biblioteca, las secretarías de educación deben comenzar por incluir en sus planes de estudio la visita a la biblioteca pero sobre todo concienciar a los docentes en la importancia de fomentar adecuados hábitos de estudio recurriendo a la información sustentada, verídica y de referencia a través de las bibliotecas, ya sean escolares, especializadas, públicas o universitarias.
Los beneficios de esta práctica ayuda a disminuir las barreras entre usuarios e información, así como el uso óptimo de recursos (TIC´s) con los que cuentan las bibliotecas, otro beneficio de lograr esta vinculación es contar con usuarios que tengan mayor libertad en la búsqueda de la información, y finalmente contar con más usuarios satisfechos en las bibliotecas.
A simple vista parece fácil, pero se requiere sumar muchas voluntades, y hacer un verdadero compromiso entre las bibliotecas, los gobiernos y las instituciones educativas, y en el momento que se forme esta sinergia estaremos encaminados al manejo óptimo de la información.