En una conversación académica sobre tendencias tecnológicas con Justo Hidalgo CEO de 24Symbols.com (la start-up de libros electrónicos) se señalaron entre un amplio abanico de posibilidades las seis principales tendencias que en la actualidad ya están impactando en mayor o menor medida a las organizaciones y a las personas. Estas son: Ciencia de Datos, Inteligencia Artificial, Internet de las cosas, Computación vestible (wearable computing), Neurocomputación e Impresión 3D. Seguramente a este listado se podrían sumar referentes como Gartner que ofrece el Estado del Arte más preciso sobre las tendencias tecnológicas para cada año, el top 10 de las tecnologías emergentes de 2016 según el Foro Económico Mundial e incluso las tendencias relevantes para bibliotecas y bibliotecólogos propuestas por el Center for the Future of Libraries.
En su libro ¡Crear o morir!, publicado en 2014, Andrés Oppenheimer presentaba en el primer capítulo ‘El mundo que se viene’, las principales novedades y tendencias que transformarán nuestro mundo en un plazo de una década. Particularmente esta obra se ha convertido en un manual de referencia porque se enfoca en abordar la importancia de la innovación para nuestra región, no sin dejar atrás polémicas declaraciones. Precisamente, ayer en el Seminario Internacional de Innovación en Educación Superior organizado por CETYS Universidad el mismo Oppenheimer en su presentación admitía que tecnologías como la impresión 3D, vehículos autónomos y el internet de las cosas se están acelerando y democratizando a un ritmo cada vez más corto.
Ante tanta incertidumbre, ¿sabemos realmente de qué estamos hablando?
Recientemente conversaba con colegas sobre el tema y de allí surgió la siguiente conclusión anticipada: ¿los bibliotecarios dimensionan/mos la importancia del conocimiento científico y tecnológico para el desarrollo de las bibliotecas que representan y de sus comunidades?. Para “despejar la ecuación” publiqué una breve encuesta en redes sociales (Facebook y Twitter) con la siguiente pregunta: ¿Cuál de los siguientes temas considera que será la próxima tendencia [tecnológica] con mayor impacto para las bibliotecas? Con 55 votos y una participación activa en los comentarios el resultado fue el siguiente:
44% Ciencia de Datos
27% Internet de las cosas
18% Inteligencia Artificial
7% Neurocomputación
4% Impresión 3D
0% Computación vestible (wearable computing)
De acuerdo a estos resultados enfocaré una entrada para cada tema profundizando en el impacto para el contexto de los servicios en las bibliotecas latinoamericanas. Hoy comenzaremos con la opción ganadora:
- Ciencia de Datos
Thomas Davenport dijo en un artículo de la HBR que el data scientist (científico de datos) sería la profesión más sexy del S. XXI[1]. Desde ese año (2012), palabras como big data, data analytics, data visualization se convirtieron en buzzword, palabras tendencia, de las que todo el mundo habla y ahora parecieran ser expertos. Pero, ¿sabemos realmente de qué estamos hablando? El profesor Dan Ariely dijo una vez:
Big data is like teenage sex: everyone talks about it, nobody really knows how to do it, everyone thinks everyone else is doing it, so everyone claims they are doing it…[2]
Esto significa que para quienes estos términos sean nuevos no debe bastar únicamente con buscar una definición o leer algunos artículos o libros. Apropiarse del concepto y de las herramientas requiere una formación. Hasta hace un par de años nacieron los primeros programas de maestría enfocados en estos temas (como el Master of Information and Data Science (en línea) de la iSchool de la Universidad de California en Berkeley) y los MOOC con enfoques en especialización que ofrecen plataformas como Coursera.com (ver más).
Según el Center for the Future of Libraries “Data collection and management is not a new trend, but new technologies have greatly improved the opportunities to collect, store, and analyze customer data and personal information. The explosion of mobile devices, internet-connected devices, and applications has drastically increased opportunities for data collection […] Libraries, as organizations that collect data and that are interested in improving products and services, may find opportunities to use data for their own purposes or may be asked to share their data with businesses, governments, or other organizations”[3].
Para evidenciarlo, hace unos días preguntaba por Facebook a mis contactos si conocían alguna biblioteca que utilizara un CRM. Entre las respuestas señalaron que:
“En la Biblioteca de la Universidad Central (Colombia) a través del Aleph estamos en un proceso de la implementación del CRM como estrategia de gestión con nuestros usuarios” – Ángela González
“En la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (Perú) sí porque somos una de las áreas que maneja varios procesos de servicio directo al usuario” – Kelly Vásquez
A partir esto, fue interesante indagar en el tipo de decisiones estratégicas que se han apoyado en el uso del CRM -por ejemplo- para el re/diseño de servicios (brindar productos diferenciados para grupos de usuarios específicos, fidelización, servicios personalizados entre otros) como menciona Cristian Maturana: “[se] utiliza junto a otras herramientas (como en nuestro caso) para evaluar y mejorar la gestión de los productos, servicios y experiencias que ofrecemos. lo vinculamos con SPSS y Atlas TI para evaluación cualitativa y cuantitativa y con sistema de mailing y encuestas (GuruContact y SurveyMonkey) para detectar necesidades y realizar promociones […]”. Adicional, hoy vemos cómo este tipo de plataformas están incorporando Machine learning para generar insigths para el desarrollo de nuevos (e innovadores) productos y servicios, tal como lo reportaba la edición dominical del New York Times. Sin embargo, danah boyd (@zaphire), nos advierte de los riesgos para la privacidad de los datos de los usuarios que implica este tipo de tecnologías y nos invita a comprometernos en este proyecto/discusión que cada vez se pone más intenso.
Otros campos de la ciencia de datos son los datos abiertos. En la región países como Chile, Colombia y México ya cuentan con políticas públicas y tienen portales dedicados a la consulta y descarga de conjuntos de información pública, lo que permite hacer análisis y visualización con estos datos (ver más).
Por otra parte, Johana Jaramillo, bibliotecóloga afirma que “la tendencia en evaluación de la investigación va hacia el impacto de los datos, la alternativa para evaluación de la universidad es la evaluación del impacto universitario a partir del análisis de la data, igual que la nueva arquitectura de servicio, que se basa en análisis de la data de los usuarios reales y potenciales”. Esto se evidencia, particularmente, en el desarrollo de servicios especializados en las bibliotecas universitarias enfocados en técnicas bibliométricas y apoyados en herramientas y plataformas tecnológicas.
A manera de conclusión
Como podemos ver, tenemos iniciativas locales y regionales de apropiación y aplicación de estos conceptos de ciencia de datos pero también se especula bastante sobre su retos y oportunidades sobretodo porque es un tema que, como se mencionaba anteriormente, requiere el desarrollo de habilidades concretas y porque apenas se están explorando las posibilidades en nuestro propio campo de acción.
Con respecto a la pregunta que se planteaba, a menudo se pone en juicio el criterio de los profesionales que frecuentemente prefieren volcarse por una tendencia, sea o no tecnológica, sin cuestionar realmente sus alcances, lo que repercute tanto en la infraestructura como en la calidad de los servicios y en otros aspectos de la biblioteca. Sea esta la oportunidad de ampliar las experiencias sobre el tema de nuestros colegas y nuestras bibliotecas en la región. Si tu o en tu biblioteca vienen trabajando en proyectos relacionados a la temática de la entrada deja tu comentario y posibilita que entre todos aprendamos más.
Véase además
Publicación en Infotecarios sobre Big Data y otros temas relacionados
Referencias
[1] Davenport, T. H., & Patil, D. J. (2012). Data Scientist: The Sexiest Job of the 21st Century-A new breed of professional holds the key to capitalizing on big data opportunities. But these specialists aren’t easy to find—And the competition for them is fierce. Harvard Business Review, 70.
[2] Ariely, D. (2013). [Facebook update] https://www.facebook.com/dan.ariely/posts/904383595868
[3] ALA (2016). Trends. http://www.ala.org/transforminglibraries/future/trends/data
Imágenes
Desde otro punto de vista vale la pena especificar ¿qué tipo de bibliotecas? y ¿cuáles bibliotecarios? porque leo el post y no veo la realidad del futuro del 90% de las bibliotecas colombianas y menos las latinoamericanas, que poco aplican los términos en sus servicios, y supongo que se refiere a cierto sector académico que ha trabajado en los temas, pero ciertamente al lanzar los resultados de la encuesta no están incluidas la gran mayoría de bibliotecas públicas y escolares.
Hola Serio.
Estoy de acuerdo contigo. Aunque no se precisa aquí el tipo de biblioteca con los casos se sugiere que es una tecnología con potencial en bibliotecas universitarias o académicas y centros de documentación; además, la encuesta tampoco pretendía enfocarse a un tipo o caracteristica es específico. Voy a explorar en las siguientes entradas las otras tecnologías puntualmente en bibliotecas públicas.
Saludos,
Mauricio