Friedrich Nietzsche (1887), al considerar la obra “De la genealogía de la moral” podemos analizar que el autor valoraba la interpretación y la perspectiva individual, sustentando que la verdad no es absoluta sino una construcción subjetiva.
En este contexto, el bibliotecario podría ser visto como un guía hacia el conocimiento, pero también como alguien que debe cuestionar y reinterpretar ese conocimiento constantemente, su labor no estaba limitado a preservar libros, sino fomentar el pensamiento crítico y la reinterpretación de las ideas en un proceso cíclico y constante durante milenarias generaciones.
Según Nietzsche, cuestionar y reinterpretar el conocimiento es fundamental para el desarrollo intelectual y personal. En su obra, Nietzsche critica la aceptación pasiva del conocimiento, las verdades establecidas o presumiblemente impuestas; para él, el conocimiento no debe ser simplemente almacenado, sino desafiado y reconstruido continuamente a través de una interpretación crítica y personal por cada individuo que logra desfragmentar los datos en información y luego en conocimiento, promoviendo un pensamiento dinámico y creativo.
Este enfoque Nietzscheano, resalta la importancia de no conformarse con el conocimiento existente, la negación de aceptar ciegamente verdades absolutas, tergiversación, propaganda subliminal de la conducta humana; sino, buscar siempre nuevas perspectivas y formas de entender el mundo, siendo esencial para trascender de la simple acumulación de información.
Un bibliotecario, según esta visión, no solo organiza y conserva libros, sino que también actúa como un facilitador del pensamiento crítico, estimula a los lectores a cuestionar las ideas establecidas, a explorar nuevas perspectivas, a desarrollar interpretaciones personales del conocimiento. Así, el proceso de aprendizaje se convierte en un ejercicio dinámico y creativo, donde el conocimiento es algo vivo y en constante evolución.
Un bibliotecario, entonces, debe fomentar un ambiente donde el conocimiento sea algo vivo, donde se promueva el pensamiento crítico y la exploración de nuevas perspectivas. Esto implica incentivar a los lectores a participar en un diálogo continuo con el conocimiento, internalizándolo, reinterpretándolo y adaptándolo a nuevas realidades.
Para Nietzsche, un bibliotecario es alguien que no solo guarda el saber, sino que también inspira y guía a los demás en su búsqueda de una comprensión más profunda del mundo que está en constante cambio y evolución, en lugar de ser una colección de verdades inmutables.
Bibliografía.
Nietzsche, Friedrich (1887). De la genealogía de la moral.- España: Editorial Tecnos