Cuenta la leyenda que en una tranquila mañana, en los pasillos de la Biblioteca Miguel Acosta Saignes, un dedicado Bibliotecario, se despertó sintiendo algo diferente en su ser; al mirarse al espejo, descubrió que había sufrido una extraña transformación: su cuerpo humano había cambiado, convirtiéndose en una entidad abstracta, un cúmulo de páginas, estanterías y palabras sin límites para la conciencia humana.
Primer Capítulo: El Despertar
El Bibliotecario, acostumbrado a la rutina de catalogar, clasificar, ordenar la colección, llevar un control de selección, expurgo de los libros, y ayudar a los lectores, se encontró atrapado en esta nueva forma. Su mente, aún humana, luchaba por comprender su existencia como biblioteca viviente, intentaba comunicarse, pero solo emitía susurros de palabras y fragmentos de frases literarias.
Segundo Capítulo: La Alienación
A medida que los días pasaban, él Bibliotecario, se daba cuenta de que su nueva forma le otorgaba un conocimiento ilimitado, pero también lo aislaba. Los visitantes de la biblioteca no reconocían al antiguo Bibliotecario en esta entidad abstracta. Su familia, preocupada, evitaba entrar en la biblioteca, incapaz de enfrentar la extraña metamorfosis de quienes habían conocido su aspecto humano.
Tercer Capítulo: La Lucha
El Bibliotecario, intentaba adaptarse a su nueva condición, ayudando a los usuarios de la biblioteca de maneras indirectas, como si una fuerza invisible guiara sus manos hacia los libros correctos. Sin embargo, esta vida de aislamiento y soledad lo afectaba profundamente, generando un conflicto interno entre su deseo de servir y su necesidad de conexión humana.
Cuarto Capítulo: La Resolución
Con el tiempo, el Bibliotecario, encontró una forma de reconciliar su existencia como biblioteca viviente. Empezó a escribir su historia en las paredes de la biblioteca, dejando un legado para las futuras generaciones. Los visitantes, intrigados por estos misteriosos escritos, comenzaron a ver la biblioteca no solo como un lugar de conocimiento, sino como un reflejo de la lucha y la resiliencia humana.
Quinto capítulo: Aceptación
Al final, aunque el Bibliotecario, nunca recuperó su forma humana, encontró un propósito en su nueva existencia. Se convirtió en una entidad simbólica, representando la transformación del conocimiento y la conexión entre la humanidad y las palabras. La biblioteca prosperó, y su legado vivió a través de los libros y las historias que contenía.
Fernando Salas Granado