Para quienes enfrentamos múltiples tareas, tener diecisiete objetivos diferentes al mismo tiempo parece demasiado. Sin embargo, esto es lo que los estados miembro de las Naciones Unidas se comprometieron a hacer en diciembre de 2015.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) abarcan una amplia variedad de cuestiones. Solo algunas de ellas son: nutrición básica, tecnología de avanzada, igualdad de género y alianzas y asociaciones institucionales más sólidas. La amplitud de objetivos nos obliga a tener presente que todos podemos y debemos colaborar. El gobierno, las empresas y la sociedad civil tienen un rol importante en la construcción de un mundo mejor, garantizando que nadie se quede atrás.
La IFLA ha mostrado en forma inmediata el modo en que las bibliotecas están haciendo su parte en todo el mundo.
Las bibliotecas pueden y deben estar al centro de la agenda de desarrollo a nivel nacional. Ellas aportan una comprensión especial de las necesidades de su comunidad. Son lugares únicos porque son espacios seguros, neutrales y públicos y con frecuencia son vitales al brindar acceso a Internet. Fundamentalmente, son centrales en proporcionar acceso a la información y al conocimiento. Esto no sólo es una meta específica de acuerdo con el Objetivo 16, sino que además sustenta gran parte del resto de la Agenda 2030.
Sin embargo, para que las bibliotecas puedan cumplir este rol es necesario que cuenten con las leyes apropiadas. Sin las limitaciones a las facultades monopólicas que derivan del derecho de autor, el único elemento que puede determinar si una persona puede acceder, tomar prestado, citar, traducir, copiar o hacer uso de una obra en el aula sería su poder adquisitivo. Como bien lo indica el primero de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, estamos muy lejos de erradicar la pobreza.
Las limitaciones y excepciones al derecho de autor aplicables a las bibliotecas contribuyen a superar este obstáculo y ofrecen una vía legal para acceder al conocimiento, garantizando al mismo tiempo que los titulares de los derechos también reciban un ingreso.
A continuación incluimos algunos ejemplos:
- Cuando las bibliotecas prestan sus libros, están contribuyendo a la alfabetización y promoviendo el amor a la lectura. Así se respalda el Objetivo 4: Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de capacitación continua para todos.
- Cuando las bibliotecas pueden hacer copias para los usuarios y compartirlas con otras bibliotecas, incluso a nivel internacional, promueven la innovación y las redes internacionales de investigación. En este caso se respalda el Objetivo 9: Construir infraestructura resiliente, promover la industrialización inclusiva y sostenible y fomentar la innovación.
- Cuando las bibliotecas están facultadas para hacer y compartir copias de libros, en formato accesible, están garantizando que las personas con discapacidad para leer puedan, de todos modos tener acceso al conocimiento. En este caso se respalda el Objetivo 10: Reducir la desigualdad a nivel nacional e internacional.
- Cuando las bibliotecas permiten que los usuarios realicen la “minería de datos y textos” a partir de sus materiales, abren la puerta a nuevos descubrimientos médicos. En este caso se respalda el Objetivo 3: Garantizar una vida sana y promover el bienestar para las personas de todas las edades.
- Cuando las bibliotecas están facultadas para preservar libros y otros documentos, están garantizando que las siguientes generaciones reciban un valioso legado de documentos históricos. En este caso se respalda el Objetivo 11.4: Fortalecer las iniciativas para proteger y salvaguardar el patrimonio cultural y natural del mundo.
- Cuando las bibliotecas pueden funcionar de manera eficiente, actúan como hubs de la comunidad impulsando el crecimiento y la igualdad. En este caso se respalda el Objetivo 8: Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo digno para todos.
El Comité Permanente de Derechos de Autor y Derechos Conexos de la OMPI tiene la posibilidad de presentar las leyes apropiadas para las bibliotecas de todo el mundo.
Tal como se destacó en una conferencia en el marco de la Asamblea General de la Organización en octubre de 2016, la OMPI es parte de la familia de la ONU y, por lo tanto, está comprometida con el logro de estos objetivos. Todos los estados miembro allí reunidos se han comprometido a alcanzar estos objetivos. Promoviendo un conjunto de limitaciones y excepciones efectivas a los derechos de autor para las bibliotecas, es una buena manera de cumplir con esa promesa.
Blog post publicado originalmente en inglés en el Policy and Advocacy Blog de la IFLA bajo el título: «Achieving the Sustainable Development Goals – How to Keep a Promise«
Por Stephen Wyber, Policy and Research Officer de la IFLA (stephen.wyber@ifla.org)
Stephen es Oficial de Políticas e Investigación en la sede de la IFLA. Trabaja en derecho de autor y temas de acceso al conocimiento, en particular al compromiso de la IFLA con la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) y otros esfuerzos de reforma de derecho de autor. Stephen apoya la labor de los Comités Asesores sobre Derecho de Autor y otros Asuntos Jurídicos (CLM), y sobre Libertad de Acceso a la Información y Libertad de Expresión (FAIFE). Estudió en la Universidad de Gales, en Aberystwyth, en Science-Po Strasbourg y en el Colegio de Europa. Anteriormente, trabajó en política social en la Embajada Británica en París y en temas como la propiedad intelectual, política digital y economía en la Delegación del Reino Unido ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).