Estoy iniciando el quinto semestre académico dentro de la pandemia de COVID 19. Dentro de los cuatro semestres que han pasado, sólo he podido estar 1 semestre proveyendo servicios presencialmente. No obstante, este será el primero que ha sido anunciado donde los estudiantes estarán presencialmente en el colegio. Según la biblioteca ha reiniciado sus servicios de forma presencial, se han evaluado proyectos y servicios que se ofrecieron cuando estaba operando de forma remota. Algunos de los servicios que han perdurado han sido la oferta de servicios de instrucción al usuario virtual, la incorporación de solicitudes online para coordinar citas con lxs bibliotecarixs y la ampliación de servicios de streaming, bases de datos y ebooks.
En el transcurso de la pandemia, muchxs bibliotecarixs y profesionales de la información han experimentado el trabajo en modalidad virtual o desde sus hogares. En algunas instancias, algunxs aún están ejerciendo este tipo de trabajo. Durante este periodo y el de regreso a modalidad presencial se han experimentado incertidumbre. Es común toparse con interrogantes sobre cómo proveer y asegurar la accesibilidad a los usuarios y atender sus necesidades. Cada unidad tiene sus necesidades específicas y particulares. Por lo cual, no hay una forma estandarizada sobre cómo llevar a cabo servicios. No obstante, algunas asociaciones profesionales y bibliotecas han compartido mejores prácticas sobre cómo llevar a cabo servicios virtuales (American Library Association [ALA], 2022; Boston Public Library [BPL], 2021; Institute of Museum and Library Services [IMLS], n.d.; Massachusetts Library System [MLS], 2022).
A lo largo de la pandemia los retos han persistido. Algunos de los restos incluyen el estar en ambientes físicos donde se pueda contagiar con el virus. En otros, como el virtual, está la brecha digital y las estrategias que se utilizan para instruir a los usuarios sobre cómo realizar búsquedas en bases de datos, citar referencias, redactar monografías o utilizar herramientas en la web. Aunque existen estrategias para impartir sesiones de instrucción a distancia (Association of College and Research Libraries [ACRL], 2020), estas dependen de que el estudiante o el usuario tenga algunas destrezas básicas sobre cómo utilizar las tecnologías de información y comunicación (TIC) (MLS, 2022).
Qué se ha dicho y qué sabemos
Desde la primavera de 2020 los profesionales de la información han sido proactivos en desarrollar guías, oportunidades de desarrollo profesional y compartir saberes sobre como conllevar los servicios bibliotecarios en la pandemia. En algunas entradas previas se menciona alguna de las iniciativas llevadas a cabo, incluyendo varios escritos en Infotecarios episodios del podcast. La movilización para intercambiar saberes, proyectos e iniciativas ha sido recurrente a lo largo de estos dos años. Incluso, ha sido motivo de presentaciones en las Conferencias Anuales de ALA e IFLA. En este periodo, se han discutido y promovido los estándares de educación a distancia para la instrucción bibliotecaria de ACRL (2016). La sección de ACRL de colegios universitarios e institutos universitarios (en inglés Community and Junior College Libraries Section) ha compartido información sobre algunas prácticas que se han llevado a cabo en algunos colegios universitarios. Dentro de la guía se encuentran los planes de apertura del Colegio Universitario de Nueva York (CUNY), detalla los niveles de operaciones y las tareas que se estarán llevando a cabo (City University of New York, 2020).
Los servicios de referencia han sido impactados por el cierre de las bibliotecas, al igual que la implementación de los protocolos de reapertura. Con ello, también los servicios de circulación. Dependiendo de la unidad de información, algunos de estos servicios se realizan simultáneamente. En el caso de los servicios de referencia, se ha observado que los servicios virtuales han tenido una acogida mayor entre los usuarios de las bibliotecas. Igualmente, las bibliotecas han buscado alternativas sobre cómo proveer los mismos. En la biblioteca que laboro, se ha notado un aumento de usuarios que se comunican a través del chat de la biblioteca haciendo uso mensajes de texto (SMS). Igualmente, se ha tornado común la instrucción individualizada a través de video conferencia. Este tipo de práctica se ha documentado a lo largo de estos dos años (Kathuria, 2021).
En el caso de los servicios de circulación se ha implementado “curb-side pick-up» para minimizar el contacto entre personas. También se han expandido las colecciones de libros electrónicos y de audio en servicios como OverDrive/Libby, EBSCO, ProQuest, entre otros. Sin embargo, esto no refleja todas las realidades de los servicios de circulación en las bibliotecas. Algunos servicios como los préstamos interbibliotecarios se han visto perjudicados. En algunas unidades estos han cesado o se han demorado en llegar al solicitante. Entre los factores que han impacto estos servicios también se encuentran horarios limitados en las bibliotecas o demoras en los servicios de recogido y entrega.
La accesibilidad, como se ha mencionado en párrafos anteriores, no se limita a la brecha digital. Las personas con diversidad funcional es una de las poblaciones que más afectadas durante este periodo. Incluso, previo a la pandemia las poblaciones con diversidad funcional tienen varios retos debido a que varios de los recursos que poseen las bibliotecas no toman estas poblaciones en consideración cuando diseñan sus productos. Generalmente, los accesos para las personas con diversidad funcional surgen como modificaciones ante una demanda. Los servicios electrónicos y de la web deben tomar en cuanta facilidad para navegar, compartible con lectores de pantalla, subtítulos para el material audiovisual, descriptores para imágenes, compatibilidad con tecnología móvil y claridad en el lenguaje.
Las bibliotecas que sirven a poblaciones con lenguajes diversos también confrontan restos para asegurar la accesibilidad. En el caso de las bibliotecas académicas denominadas como instituciones de servicios para hispanos, es importante asegurar que los usuarios tengan acceso a textos en español (en caso de estar en los EE. UU. o algún país anglófono). Las bibliotecas deben de tomar en cuenta que los servicios de traducción e intérprete son aspectos importantes en la accesibilidad.
Salud mental de los profesionales de la información
La profesión bibliotecaria es una que se caracteriza por los discursos y el sentimiento de vocación. El sobrecogimiento vocacional (en ing. vocational awe) es un aspecto y sentimiento que se ha discutido en la literatura crítica de la profesión. El término fue acuñado por Fobazi Ettarh (2017; 2018) y ha sido adoptado por varios expertos en la disciplina (LaPierre, 2020).
“Vocational awe” refers to the set of ideas, values, and assumptions librarians have about themselves and the profession that result in beliefs that libraries as institutions are inherently good and sacred, and therefore beyond critique (Ettarh, 2018).
El sobrecogimiento vocacional ha resonado durante este periodo de la pandemia. Ettarh (2018) y LaPierre (2020) discuten que el agotamiento físico y emocional que han experimentado lxs profesionales de la información es recurrente. En algunas unidades, especialmente las bibliotecas públicas, han trabajado presencialmente a lo largo de la pandemia. Las unidades que no han cerrado sus puertas se han expuesto a riesgos de enfermedad y ataques por parte de usuarios que se niegan acoger las directrices de seguridad (ej. el uso de cubrebocas y el distanciamiento físico). A su vez, existen unidades e instituciones educativas que han estado trabajando fuera de las protecciones de una unión o se encuentra sin un contrato que asegure sus beneficios y derechos laborales.
Durante este periodo se ha debatido cómo lxs profesionales de la información deben visualizar su profesión y los servicios que ofrecen. Alguno de los argumentos que se han llevado a cabo son aquellos relacionados con la resiliencia. Este término, aunque altamente adoptado en instituciones educativas en tiempos de adversidad, también ha mostrado ser uno problemático. Pues, al igual que los usuarios, lxs bibliotecarixs somos seres humanos. La actual pandemia (y cualquier evento de impacto comunitario) también impacta a lxs empleadxs de la biblioteca. En el proceso de asegurar accesibilidad, calidad y apoyo a los usuarios, es importante asegurar el bienestar de lxs profesionales de la información.
La accesibilidad dentro de las bibliotecas debe incluir a sus empleadxs. Sin ello, las condiciones laborales y los servicios no podrán ser garantizados. Al contemplar las necesidades de lxs usuarixs, las bibliotecas también deben contemplar que lxs bibliotecarixs también hacemos uso de los recursos que albergamos. Junto ello, el personal de una biblioteca debe reflejar la comunidad. La literatura crítica de la profesión discute que alguno de los aspectos que impactan negativamente a lxs profesionales de la información de grupos marginalizados y minorizados son la falta de representación en sus usuarios y entre sus colegas (López & Winslow, 2016; Pollock & Haley, 2018; Royster, Schwieder, Brillant, & Driver, 2015).
Servir al usuario mientras preservamos la salud mental
La actual pandemia no es ni será la única época en la que nos topamos con retos y agotamiento. En el pasado se ha publicado sobre el tema del agotamiento laboral. En Infotecarios various autores hemos visitado el tema. A continuación, listo alguno de los posts que discuten el tema del agotamiento y cómo buscar alternativas para lidiar con este.
- ¿Qué el bibliotecari@ tiene estrés?… de Claudia Escobar Vallarta
- El burnout y el desgaste profesional del bibliotecario de Paola Banegas
- Agotamiento del bibliotecario (Librarian’s burnout) de Myrna Lee Torres
- La salud mental del bibliotecario de Alejandra S. Méndez Irizarry
- El agotamiento y otros aspectos emocionales del trabajo bibliotecario de Alejandra S. Méndez Irizarry
Referencias
Association of College and Research Libraries. (2021a). Pandemic resources for academic libraries: Distance education and engament. https://acrl.libguides.com/pandemic/distance
City University of New York. (2020). Resuming on-site services: Final report and recommendations of the CUNY libraries COVID-19 task force. https://acrl.libguides.com/ld.php?content_id=56030855
Community and Junior College Libraries Section. Association of College and Research Libraries. (2021). ACRL/CJCLS recommendations for library reopening plans. https://acrl.libguides.com/CJCLS_LibraryReopeningPlans/communitycolleges
Ettarh, F.M. (2017, May 30). Vocational awe? WTF is a Radical Librarian, Anyway? https://fobaziettarh.com/2017/05/30/vocational-awe/
Ettarh, F.M. (2018). Vocational awe and librarianship: The lies we tell ourselves. In the Library with a Lead Pipe. http://www.inthelibrarywiththeleadpipe.org/2018/vocational-awe/
Fruehan, P., & Hellyar, D. (2021). Expanding and improving our library’s virtual chat services. Information Technology and Libraries, 40(3), 1-9. https://ejournals.bc.edu/index.php/ital/article/view/13117
Kathuria, S. (2021). Library support in times of crisis: An analysis of chat transcripts during COVID. University Library Faculty Publications, (139). https://scholarworks.gsu.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=1147&context=univ_lib_facpub
LaPierre, S. (2020, Resisting “vocational awe” during the pandemic. Public Libraries Online. http://publiclibrariesonline.org/2020/03/resisting-vocational-awe-during-the-pandemic/
López, D., Winslow, A. (2016). I’m not a token: Reflections on Black and Latinx representation and youth services. En Y. S. Cura, & M, Macias (Eds.), Librarians with Spines: Information Agitators in n Age of Stagnation Vol. 1 (pp. 60-81). Create Space.
Lund, B.D. (2020). Assessing library topics using sentiment analysis in R: A discussion and code sample. Public Services Quarterly, 16(2), 112-123. https://doi.org/10.1080/15228959.2020.1731402
Massachusetts Library System. (2022). Coronavirus (COVID-19) and Massachusetts libraries: Academic libraries. https://guides.masslibsystem.org/COVID19/academic
Pollock, C.M.J., Haley, S.P. (2018). “When I enter”: Black women and disruption of the White, heteronormative narrative of librarianship. En R.L. Chou, & A. Pho (Eds.) Pushing the Margins: Women of Color and Intersectionality in LIS (15-59). Library Juice.
Randford, M.L., Costello, L., Montague, K. (2021). Surging virtual reference services: COVID-19 a game changer. College and Research News, 82(3), 106-107,113. https://doi.org/10.5860/crln.82.3.106
Reference and User Services Association. American Library Association. (2017). Guidelines for implementing and maintaining virtual reference. services. https://www.ala.org/rusa/sites/ala.org.rusa/files/content/resources/guidelines/GuidelinesVirtualReference_2017.pdf
Royster, M., Schwieder, D., Brillant, A.I., & Driver, L. (2015). Mentoring and retention of minority librarians. En R. Hankins, & M. Juárez (Eds.), Where Are All the Librarians of Color?: The Experience of People of Color in Academia (pp. 55-69). Library Juice.