Jamás olvidaré aquella pregunta ¿Podrá un bibliotecario organizar una tienda? Con este cuestionamiento el profesor Radamés Linares comenzaba una de sus maravillosas anécdotas, antesalas de sus magistrales clases. El doctor nos contaba la vivencia de uno de sus tantos alumnos, diciéndonos que, una vez graduado este, se consiguió (en algún lugar del mundo que ahora no recuerdo) un trabajo en una tienda de comida para mascotas. Los primeros días de trabajo fueron un tanto confusos, pero luego echó mano de lo aprendido a lo largo de sus 5 años de carrera universitaria y comenzó a clasificar aquellos alimentos, por tipo de animales, por categorías de alimentos, etc. Finalmente nos decía el maestro que la tienda quedó tan bien estructurada que facilitaba al cliente el rápido acceso a los que estaba buscando y ello trajo consigo un incremento en las ventas.
Hoy día aquella anécdota y aquella pregunta están cada vez más presentes en mí, pues hace algunos meses me ofrecieron un trabajo en una tienda online de equipos audiovisuales. Aunque muy alejada las cámaras y trípodes de los alimentos de mascota aquella vivencia trasmitida por el profe hizo que aceptara si temores el desafío. En mi caso la tarea no era organizar el sitio de la tienda sino estructurar los productos en venta de tal manera que los buscadores los leyeran más fáciles y por ende los indizaran con mayor eficiencia.
Algo sabía yo de temas relacionados con el posicionamiento web pero no lo suficiente, así que primeramente tuve que desempolvar los aprendido en búsqueda y recuperación para dar con fuentes de calidad confiables y certificadas que me sirvieran para lograr mi propósito. Así encontré a los micro-formatos y micro-datos que no son más que especificaciones en HTML que permite obtener información leíble y entendible por otras máquinas. Esto de HTML y Bibliotecario parecen no tener mucho que ver, pero si les digo que en ese código va una descripción del producto, dígase su nombre, su precio, su estado de disponibilidad, la opinión del cliente sobre el mismo entre otras, esto se va pareciendo más a cualquier proceso de análisis documental. Si además agrego que existen herramientas http://microformats.org/wiki/code-tools que facilitan dicha codificación, entonces no cabe duda de que estamos ante un escenario donde nosotros los bibliotecarios pudiésemos desempeñarnos, pues los bibliotecarios podemos no solo estructurar ciertos conjuntos de productos agrupándolos o desagrupándolos según determinados criterios, sino que también podemos en la propia esencia del producto (como el código HTML) estructurar sus contenidos para hacerlos legibles ante personas y maquinas.
Entonces una vez compartido estas dos anécdotas no cree usted que nosotros los bibliotecarios podemos organizar una tienda.
creo que es hora de atar los cabos e integrarnos con las demás disciplinas que implique procesamiento y análisis de datos, información y conocimentos, Y en la era de la big data, que mejor momento para confluir y aportar valor, utilidad y eficiencia en torno a ese universo aparentemente indetenible de datos voluminosos, variados y veloces en tiempo real que esta apenas explorándose.
Gracias Diana
También creo que es hora que nosotros los bibliotecarios sintonicemos con escenarios contiguos a los que tanto valor podemos aportar y de los que tantos podemos aprender también.
Claro que puede !!!