Promotores(as) de lectura: ¿una labor que atañe a la profesión o a la pasión?

Como estudiantes de bibliotecología de último semestre hemos llegado a un punto crucial, ese que nos ubica en el medio de nuestro viaje, en relación con los requisitos de grado que en todas las universidades del mundo existen para titularse, llámese práctica, tesis, tesina…

Desde nuestra partida en esta mágica travesía se ha ido tejiendo un entramado con las realidades, vivencias y sentires atesorados en estos meses de camino. Ruta que ha sido conducida por la búsqueda de “Lectores y lectoras presentes y ausentes en la biblioteca pública”, de modo particular los hechos que viven la comunidad afrodescendiente en relación con las prácticas bibliotecarias de educación lectora que desde el ámbito bibliotecario realizamos. Estas indagaciones se han realizado de la mano de los promotores y promotoras de lectura del Sistema de Bibliotecas Públicas de Medellín.

De este recorrido, han surgido diversos interrogantes, problemas, puntos de fractura, encuentros y desencuentros. Hoy queremos enfocarnos en una pregunta “muy controversial” para el medio profesional del que por supuesto hacemos parte, interrogante al que hemos llegado guiadas por el trabajo de campo de nuestro trabajo de grado

¿Un promotor de lectura tiene que ser bibliotecólogo?

Metodológicamente recurrimos al instrumento de las historias de vida, desde su posibilidad de narrativas autobiográficas, explorando con los actores y actoras involucradas directamente en las prácticas que pasaba con palabras tales como inclusión, diversidad, diferencia, entre muchas otras, en las prácticas bibliotecarias de educación lectora que lleva a cabo la biblioteca pública.

Al encontrarnos con otras realidades se hizo aún más interesante el trabajo de campo, pues como es común solemos cambiar de perspectiva cada vez que nos adentramos en realidades que ignorábamos y fue así, al poder ver otra cara de la promoción y animación a la lectura, no solo desde la academia (teoría) sino en el campo de acción (practica) en el que estamos inmersos pero ignoramos y estigmatizamos el papel de otros.

Según nuestros imaginarios y teorías vistas las personas idóneas para desempeñar actividades de promoción y animación a la lectura deben ser bibliotecólogos, pues se tiene la concepción de que este es un campo de acción exclusivo, encontramos que evidentemente no es así pues en su mayoría los(as) promotores(as) entrevistados tienen puntos de encuentro en cuanto al perfil; donde el factor artístico y cultural predomina ya que todos coinciden en las artes plásticas y dramáticas.

De igual manera detectamos que los entrevistados comparten una afinidad especial por la literatura, lectura y escritura; gustos que han ido cultivando desde vivencias que los han marcado a lo largo de sus vidas, incluso antes de elegir dónde y cómo desempeñar sus profesiones. Razón que nos lleva a reflexionar sobre un punto crucial y es que estas pasiones no son solo cualidades, características y rasgos únicos de los bibliotecólogos; inclusive nos demostraron según sus experiencias que gracias a una larga trayectoria en diferentes ámbitos de sus carreras son capaces de mejorar las dinámicas para la realización de actividades y programas de promoción aprovechando la diversidad de herramientas que proporciona el arte.

Es significativo poder conocer el quehacer diario de las personas que le apuestan a la lectura y escritura no solo como el seguimiento de unos estándares de trabajo que deben realizar, sino como una forma de vida, en la que están dispuestos a afrontar retos significativos para aportar en el desarrollo de las comunidades en las que se desempeñan desde un trabajo que los enorgullece y por el cual vibran.

Por lo encontrado en la investigación sabemos que en su mayoría los(as) promotores(as) de las diferentes bibliotecas públicas de la ciudad no son bibliotecólogos, pero sin lugar a duda son personas maravillosas que saben, según sus vivencias, que un promotor se pule, construye y conforma andando el camino de la pasión por lo que se hace, el amor por la creatividad y su dedicación, sin importar su profesión.

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Karla Viviana Salazar

Soy estudiante de último semestre de Bibliotecología en la Universidad de Antioquia, actualmente me desempeño como asistente de Coordinación del Juego Literario de Medellín al igual que realizo talleres del mismo en diferentes espacios de la ciudad.

 

 

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Daniela Correa Franco

“En  los atardeceres me gusta contemplar el cielo, imaginar que puedo agitar las alas y dar un paseo por donde el viento silva entre las ramas de los arboles más majestuosos que nos ha regalado la tierra” Soy  estudiante de último  semestre de Bibliotecología en la Universidad de Antioquia, actualmente laboro como tallerista del Juego Literario de Medellín.

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