La lectura es una de las actividades que más beneficios le puede traer al ser humano. Ahora, en tiempos de pandemia, se torna aún más trascendental entre las familias que, por razones sanitarias, han tenido que pasar más tiempo en sus casas. Sumado a lo anterior, cuando entre los miembros de la casa existen pequeños, esta acción todavía se convierte aún más en un elemento indispensable para poder lograr que ellos sobrelleven de la mejor manera el confinamiento.
Obviamente no debemos esperar que la lectura per se resuelva todos los problemas sociales, sanitarios, económicos o psicológicos que genera una pandemia en las familias, sin embargo, sí puede coadyuvar visiblemente a mejorar nuestro estado de ánimo. Por ejemplo, Michel Petit (2009, pp. 15–16) ha señalado que la lectura puede contribuir a la reconstrucción de uno mismo cuando estamos enfrentándonos a una crisis personal o colectiva, independiente si es un niño, adolescente o adulto.
Con relación a los niños, los beneficios de la lectura en los más pequeños, ya sea a corto o largo plazo, es razón suficiente para acercarlos a ella. Por tal motivo, me atrevo a exponer algunas recomendaciones, basadas en la experiencia, que nos ayudarán en ese proceso, sobre todo si los niños todavía no son grandes lectores.

Claves para fomentar la lectura en los niños
No los obligues a leer
El primer error que suelen cometer los padres para que sus hijos lean, cuando éstos aún no han tenido oportunidad de generar buenos hábitos lectores, es obligarlos. Situación que pasa seguido, incluso en las escuelas. El niño que regularmente no lee, no lo hará nunca si es obligado. Sin embargo, si al pequeño se le encamina a hacerlo por voluntad, tarde o temprano lo hará. El niño que no lee es porque no ha tenido la oportunidad de generar esa costumbre, y es ahí donde debemos poner atención. Hay que guiarlos paulatinamente, nunca obligarlos.
Acércalos siempre a los libros
Muchas veces los pequeños no suelen leer porque no tienen acceso a los libros. En tiempos de confinamiento, esta situación es todavía aún peor pues no pueden asistir a bibliotecas públicas o visitar la biblioteca escolar. Sin embargo, trata de hacerte de libros para que ellos puedan acceder a ellos sin necesidad de salir de casa. Una colección básica de cuentos clásicos infantiles, en ediciones baratas, son un buen punto de partida para animarlos a leer.

Acércalos siempre a los libros
Practica con el ejemplo
Este es un punto muy importante y está relacionado con el anterior. Si queremos que nuestros hijos lean, pues primero deben aprender con el ejemplo. Todo pequeño lector nace de la observación y del acceso que tenga a los libros. Si en su casa ve que sus padres leen, tienen libros, les gusta ir a bibliotecas, los escucha hablar sobre lecturas o les procuran libros a sus hijos, éstos estarán más predispuestos a leer por cuenta propia.
Lee con ellos y para ellos
Uno no nace sabiendo leer, y el vínculo que se genera entre hijos y padres que les dedican un tiempo de lectura es irrepetible. Cuando son muy pequeños, y aún no han aprendido a leer, hazlo tú por ellos. Lee regularmente para ellos, al menos media hora dedícales una lectura que les llame la atención, sobre todo si son interactivas o tienen muchas imágenes que les agraden. Cuando sean un poco mayores, y ya sepan leer, continúa haciéndolo con ellos, compartan lecturas y comenten sobre ellas.

Lee con ellos y para ellos
Enséñales a cuidar los libros
Todo buen lector sabe que debe cuidar los libros, independientemente si son de él o pertenecen a alguien más, por ejemplo, a una biblioteca. Incúlcales desde pequeños que no deben maltratar, romper, mutilar o rayar los libros. Muchos pretextos hay para quien los daña, pero aún hay muchas más soluciones para quien en verdad los ama.
Una colección para ellos
Si está entre tus posibilidades, trata de tener una pequeña colección de libros destinados a ellos, es decir, que sepan que esos materiales son de ellos y que los pueden tomar sin ningún problema. Un pequeño librero, un rincón en la casa, una repisa de fácil acceso ayudaría a este punto. Está en nosotros, como padres, que los niños se acerquen a la lectura.
Un espacio de lectura
Si en casa tienes oportunidad de adaptar o mejorar un lugar para que ellos lean sin distracciones, sería la mejor manera de proporcionarles un sitio exclusivo para la lectura. Sin embargo, si no es posible, como suele suceder, cualquier rincón de la casa, donde ellos se sientan cómodos, ayudaría también a crear ese espacio donde puedan leer sin problemas.

Un espacio de lectura
Interésate en sus gustos
La clave para que ellos a la larga te pidan libros, sin necesidad de ofrecérselos, es porque están interesados en algún tema y desean saber más. Es muy importante saber qué les gusta, qué los motiva, qué intereses tienen, incluso si están relacionados con videojuegos o películas, es indispensable saberlo, para que, con base a ese conocimiento, tú puedas encaminarlos a conseguir algún libro que les llame la atención. Siempre encontrarás un libro que les puede interesar.
No elijas libros por ellos
Estrechamente relacionado con el punto anterior. Es de gran importancia dejarlos ser al momento de elegir un libro. Cuando un niño elije un libro es porque le llamó la atención o se interesó en el tema, independientemente si a ti no te gustó, es decisión de ellos y, por tanto, lo va a leer por gusto, no por obligación. No cometas el error de decirle que mejor elija otro, pues será él quien lo leerá, no tú.

Guíalos siempre en sus lecturas
Guíalos siempre en sus lecturas
Este punto suena un poco contradictorio con el anterior, pero no es así. Una cosa es elegir por ellos, y otra, muy distinta, guiarlos o acompañarlos a elegir un buen libro. Es algo que los bibliotecarios hacemos continuamente cuando un usuario nos pide ayuda sobre qué materiales les pueden servir para su tema. Nosotros les ofrecemos toda una gama de libros y demás documentos que le serán de utilidad, de acuerdo con nuestra experiencia y conocimientos, pero al final, será el solicitante quién decida. Con los pequeños es igual, tu puedes aconsejarlos, motivarlos o interesarlos, de acuerdo con sus gustos y edad, en libros que les marcarán para toda la vida.
Motívalos a seguir leyendo
Si has logrado que ellos lean por su cuenta, continúa motivándolos a seguir. Consígueles más libros sobre sus intereses, platica con ellos sobre sus lecturas, invítalos a buscar más información sobre sus autores favoritos. Si vio alguna película, averigua si está basada en algún libro, y trata de proporcionárselo. O a la inversa, si el libro tiene película, siéntate con ellos para verla y analizar las diferencias o similitudes.

Motívalos a seguir leyendo
Finalmente, debemos crear el mejor ambiente posible en casa para nuestros pequeños. La lectura nos puede resolver muchas de nuestras inquietudes como padres, pues si los encaminamos adecuadamente a leer, para ellos será un gran escape, una gran distracción, y, a la larga, será un gran beneficio personal y académico para los pequeños.
Referencias
Petit, M. (2009). El arte de la lectura en tiempos de crisis. Océano.