Este artículo intenta reflexionar sobre la posición de los bibliotecarios ante los temas políticos y sociales que afectan a la sociedad, pero haciéndolo fuera del mito de la neutralidad bibliotecaria, más bien desde la izquierda como una guía ideológica para manifestar una postura ante las injusticias y las desigualdades que día a día se van acrecentado por el avance de las políticas neoliberales, la voracidad empresarial y los mercados globalizados.
La perspectiva de género en los planes de estudio de las escuelas de bibliotecología debería ser primordial porque hace falta formar estudiantes capaces de entender el entorno bibliotecológico y social que viven las mujeres, y su impacto que han tenido a lo largo de la historia.
La diversidad social y la no discriminación son derechos de todos los seres humanos, y como tal, deben considerarse como características intrínsecas en las personas. El entorno donde vive el hombre es complejo y plural, y por tanto, también debe esperarse que las personas que habitan en él sean socialmente diversas.