Fréderic Martel reconocido sociólogo francés por sus investigaciones en cultura digital se presentó en la Biblioteca Luis Ángel Arango de Bogotá en el marco de Contexto Digital (un ciclo de conferencias y encuentros académicos que busca posiciones críticas sobre cómo Internet transformó nuestros hábitos de vida). Allí habló, entre otras cosas, de su último libro: Smart, Internet(s): la investigación, un escenario adverso sobre las características globalizantes de internet; Martel plantea que internet no es global sino que, al contrario, se ‘adapta’ a las culturas dada su fragmentación: fronteras simbólicas, idioma, etc., validando su hipótesis al sistematizar un recorrido por más de 50 países durante 6 años analizando estos factores. Parte de este indagación, se lleva a cabo en San Francisco y alrededores (Berkeley, San José, Palo Alto, Mountain View, etc.) donde identifica los ingredientes que definen Silicon Valley, entre ellos:
las intersecciones entre el mundo de la investigación, el de las finanzas y el de los emprendedores […]; la diversidad cultural y lingüística específica de California; la fe en el emprendimiento, el evangelio de la empresa y la tolerancia al fracaso; una cierta ética protestante del trabajo y del capitalismo; el sueño de una utopía digital; […] una manera muy especial de vivir a la vez en comunidad y cultivando la diferencia; la secret sauce de Stanford; la contracultura de San Francisco. Todos estos elementos de Silicon Valley no se pueden reproducir en otro lugar.
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— Mauricio Fino-Garzón (@maolibrarian) 11 Novembre 2015
Por otra parte, en el libro ¡Crear o morir! de Andrés Oppenheimer, el autor afirma que “hoy en día, la prosperidad de los países depende cada vez menos de sus recursos naturales y cada vez más de sus sistemas educativos, científicos y sus innovaciones” y agrega “lo que deben hacer es agregar valor a sus materias primas y a sus manufacturas y, al mismo tiempo, desarrollar innovaciones en áreas en las que pueden tener ventajas competitivas”. Para llegar a esto, en este libro también se menciona como en América Latina las empresas deben apostar por implementar cultura del fracaso, donde los errores no sean castigados sino por el contrario se tenga en cuenta como experiencia adquirida que puede generar valor. Empezando por reducir las regulaciones burocráticas para la creación de empresas en nuestros países; por ejemplo, menciona Oppenheimer que mientras en Estados Unidos los requisitos para constituir una empresa en promedio son 6 mientras que en América Latina alcanzan los 12.
Aquí se rescatan las palabras de Johan Prieto (2015) en el Foro de Emprendimiento de la Universidad EAN al mencionar que hacer emprendimiento en Colombia [y América Latina] es difícil, hacer empresa es difícil porque pareciera que el gobierno se encarga de eliminar las ganas a través de impuestos y demás. Es decir, fracasar en Colombia [y América Latina] cuesta más. En este sentido, Rafael Bonilla argumenta en el mismo evento que, los emprendimientos también son renuncias, se debe tener claro cuál es la oportunidad de negocio y cómo sacarle provecho (2015). Identificar el fracaso es clave pero más aún fracasar y seguir cuanto antes, como dice Martel “uno puede fracasar, ¡pero hay que fracasar deprisa! En el Valle la expresión está de moda. To fail quick” (2014).
Además, como expresaba Rafael Bonilla es importante implementar una cultura de innovación en la empresa pero también se reconoce que no hay desarrollo del capital humano, por lo que el empresario debe invertir en este aspecto; caso similar pasa en las bibliotecas donde la percepción hacia la innovación está ligada necesariamente a la tecnología. Por ello, hoy en día dentro de los procesos de selección de personal se tienen en cuenta perfiles poco tradicionales (biólogos, antropólogos, doctores en Matemática y hasta bailarines y bibliotecólogos) para gerenciar la cultura de innovación, visto por muchos como un salto al vacío paradójicamente estos comienzan a formar parte del mundo corporativo aportando un aire renovado. Una apuesta vista como una tentación al fracaso que puede resultar en fórmula de éxito. Así, lo evidencia el diario La Nación:
hay algo que las empresas están tratando de hacer cada vez con más frecuencia: promover la incorporación de personal proveniente de otras disciplinas para generar un pensamiento diverso y un análisis diferencial de los procesos o del negocio en sí. Dicho de manera sencilla: si la creatividad surge de conectar mundos diferentes, acercar personas de disciplinas y profesiones distintas resulta clave al momento de promover una lectura innovadora de la compañía. (Scheiner, 2015)
Como se menciona en el libro Making Innovation Work, “Innovation is not reserved to a few chosen companies, nor does it depend on magic formulas available only to a few initiated. It seems from good management” (Davila, Epstein, & Shelton, 2012). Considerando acertada esta sentencia se agrega que la innovación no sólo está reservada para ciertas profesiones ya que como lo expresa Oppenheimer (2014): “Lejos de estar condenados al atraso podemos usar nuestro talento para impulsar y dar cauce a nuestra creatividad. La innovación se está democratizando y cada vez está más cerca de nuestro alcance”.
A manera de cierre, así como el internet no es global tampoco deber ser la mirada sobre la innovación y el emprendimiento, que frecuentemente busca calcar experiencias exitosas como Silicon Valley, que puede encaminar al fracaso por ello se deber tener en cuenta el contexto, la innovación debe tener contexto, el emprendimiento debe tener contexto. Aquí el desarrollo de competencias en este campo será un factor de riesgo pero también una oportunidad para el profesional de la información.
Referencias
Davila, T., Epstein, M., & Shelton, R. (2012). Making innovation work: How to manage it, measure it, and profit from it FT Press.
Martel, F. (2014). Smart, Internet(s): la investigación. Taurus.
Oppenheimer, A. (2014). ¡Crear o morir!
Scheiner, S. (2015). La innovación llega de la mano de profesiones poco convencionales. Retrieved from http://www.lanacion.com.ar/1764726-la-innovacion-llega-de-la-mano-de-profesiones-poco-convencionales