En la actualidad persisten cambios y la evolución de aspectos organizacionales que poseen una mayor incidencia en el ámbito de la información, de los cuales los bibliotecarios no podemos permanecer ajenos. Se desvela la importancia de aspectos organizacionales y administración para el posicionamiento de la biblioteca y los profesionales de la información hacia el aprovechamiento de las variables del entorno que se conviertan en ventajas, así como para la disminución del efecto de las debilidades y amenazas para las unidades de información. Por lo que los procesos de planificación de las bibliotecas se desarrollan en el contexto de factores organizacionales para la transformación.
Smith, Tryon, Snyder (2015; 52) recabaron datos mediante una encuesta entre participantes de procesos de planificación, que sirvieron para la identificación de factores que fungieran como conductores críticos para la planeación estratégica, mencionando: el valor y el impacto, la justificación de las necesidades, mejora de la calidad, la eficiencia y la eficacia, y la planificación y toma de decisiones.
Como aportaciones, la Dirección Estratégica posibilita a la concientización de la recopilación de información, su análisis y síntesis, requiriendo de la determinación de misión y objetivos, el desarrollo y elección estrategias la visión a largo plazo de la organización; ¿En dónde nos encontramos? ¿A dónde queremos llegar? ¿Cómo vamos a llegar? En ese sentido, Zare, Azzar, Mardani y Arein ponen sobre la mesa preguntas que reflexionan sobre la potencialización de los elementos que constituyen la biblioteca como estructura organizacional (2015; 160):
- ¿Qué parte del componente de la estructura organizativa en la biblioteca se ha utiliza?
- ¿Qué parte del componente de recursos humanos en la biblioteca se ha utiliza?
- ¿Qué parte del componente de la cultura organizacional en la biblioteca se ha utiliza?
- ¿Qué parte del componente de tecnología en la biblioteca se ha utiliza?
Los conceptos y categorías de los procesos de la Dirección Estratégica, que pueden concebirse como aportaciones para la transformación en la biblioteca, se remiten a conceptos tales como la visión, la cultura, la estrategia y la estructura. Los cuales, de acuerdo a Zare et al (2015; 165) propician “… cambios en las visiones y estrategias de organización acuerdo con los cambios ambientales y la creación de estructuras orgánicas en la organización, ayudando a la transformación continua de la organización”. Éstos, aunados a un sistemas de objetivos, las ventajas competitivas y la cadena de valor, posibilitan a la biblioteca a saber pensar y aprender estratégicamente, para enfrentar las nuevas circunstancias que se presentan y desarrollando fundamentos para sentar las bases para la adopción y aplicación de estrategias, que además le posibiliten a la construcción de alianzas colaborativas de mayor dimensión. Por ello, resulta esencial asociar y relacionar las aportaciones de la Dirección Estratégica al ámbito bibliotecario de acuerdo a la tendencias del entorno y los conceptos clave.
Zare et al (2015; 158) también realizan el planteamiento de cómo una biblioteca académica puede convertirse en un organización de transformación, a lo cual toman en cuenta objetivos como el aumento de la eficiencia y la eficacia, la reducción de costos para la fiabilidad en la planificación y la toma de decisiones y una mayor integración en la organización. E identifican como elementos clave involucrados en la inducción de la transformación de las organizaciones:
- La Estructura organizativa
- Los recursos humanos
- La cultura organizacional
- La tecnología
A partir de los anteriores elementos, se anticipa la importancia clave de la Gestión del Conocimiento (GC), que comprende los procesos mediante los cuales se desarrolla, genera, estructura y mantiene, se difunde y comparte el conocimiento, con el objetivo de transformarlo para su conformación en activos de una organización y su disposición a sus miembros. En la GC inciden aspectos característicos de una organización como el aprendizaje, su información, las aptitudes de sus miembros, así como la experiencia desarrollada en la organización misma. Algunos de los objetivos de la GC es el aumento de la capacidad de respuesta de una organización, fortalecer su competitividad, así como su productividad, procurando la innovación.
Destaca como aspecto importante de la GC la innovación. Las medidas innovadoras permitirán la distinción de una organización. Es importante la participación en la formación de individuos junto con la implementación de una cultura organizacional, así como el desarrollo del entorno actual para la alta competitividad en un marco de globalización y desarrollo tecnológico. Y en ese sentido, la GC contempla diversos tipos de capital que varían dependiendo de los modelos considerados, pero que de manera breve redundan y se enumeran en:
- Capital organizacional (procesos ejecutivos de la organización)
- Capital humano (competencias y saber acumulado de las personas)
- Capital tecnológico (redes informáticas de apoyo estratégico)
- Capital relacional (vínculos y relaciones con el entorno)
De manera particular, Katsirikou y Sefertzi (2000; 706) relacionan a la biblioteca con la innovación por características comunes tales como:
- El proceso
- La transferencia de tecnología
- La Comunicación
- Las interacciones intra-organizacionales e inter-organizacionales.
Y afirman (2000; 705):
La innovación, por encima de todo, es un procedimiento social, tal como se interpreta en términos tales como la creatividad, los deseos, la fantasía y la capacidad de asumir riesgos y de cambiar. Así que la transferencia de la innovación y la tecnología distingue el papel del bibliotecario y se extiende más allá de los límites de intermediario de la información. El bibliotecario con el fin de implicar, anticipar y sobre todo producir la innovación, tiene que aprender a aprender, como las bibliotecas tienen que aprender a cambiar.
De manera concreta, es posible considerar que mediante la Gestión del Conocimiento y particularmente a través de la innovación, la biblioteca se posiciona como organización sujeta a una estructura sistémica orgánica que da lugar a una serie de transformaciones para su desarrollo. La siguiente tabla de elaboración propia, sirve como resumen general para mencionar algunas de las aportaciones del enfoque administrativo holístico a la práctica bibliotecaria.
Destaca la manera en que los elementos de la gestión administrativa y del conocimiento, se identifican en la estructura de la biblioteca como organización, y que le permite ser sujeto de transformación en su interior, para la extensión de su desarrollo a los servicios y productos que proporciona, y que se traducen a mejoras para sus usuarios. No debemos olvidar que en esta contexto de transformación, la estima laboral de la organización y la satisfacción de sus integrantes es fundamental para hacerles partícipes y aportantes a la transformación a partir de su propia experiencia individual; “En tanto la satisfacción laboral puede disminuir durante el cambio organizacional , las intervenciones por parte de los administradores de bibliotecas académicas para aumentar la satisfacción laboral podrían ser benéficas […] El lugar de trabajo contribuye a la satisfacción no sólo el bienestar general de los empleados, sino del bienestar de la organización”. (Sharp, Williamson, 2013; 387) Por lo que no debemos dejar de lado todos estos elementos de decisión, que permiten a la biblioteca encontrar la diferencia y distinción no sólo con respecto a otras, sino consigo misma.
El papel del bibliotecario como administrador y generador de cambio en la biblioteca como organización resulta cada vez más evidente y necesario, para lo cual el conocimiento de elementos de Dirección Estratégica, Gestión del Conocimiento y Cultura Organizacional determina una aportación para la transformación de la organización, pero que permita a su vez, la transformación en el entorno para el beneficio de los integrantes de la biblioteca y de la comunidad.
Referencias
Katsirikou, A., Sefertzi, E. (2000) «Innovation in the every day life of libraries», Technovation 20, 705–709
Sharp, A., Williamson, J. (2013) «Cognitions, Emotions, and Applications: Participants’ Experiences of Learning about Strengths in an Academic Library», The Journal of Academic Librarianship 39, 385–391
Smith, G.A., Tryon, H.D., Snyder, L.B. (2015), «Developing an academic library assessment plan: a case study», Performance Measurement and Metrics, Vol. 16 Iss 1 pp. 48 – 61
Zare, M.N. Azzar, S.A., Mardani, A.H., Arein, M.A., (2015), «From change to organizational transformation», Library Management, Vol. 36 Iss 1/2 pp. 157 -167