VALONGO.

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Das choças dessa História escandalosa

Eu me levanto

Acima de um passado que se ancora doloroso

Eu me levanto

Sou um oceano negro, vasto e irrequieto,

Indo e vindo contra as marés, eu me elevo.

Esquecendo noites de terror e medo

Eu me levanto

Numa luz incomumente clara de manhã cedo

Eu me levanto

Trazendo os dons dos meus ancestrais,

Eu sou o sonho e as esperanças dos escravos.

Eu me levanto

Eu me levanto

Eu me levanto!

Angelou, Maya. Ainda assim eu me levanto. (Carneiro, 2018).

El muelle de Valongo, localizado en la zona portuaria de Río de Janeiro, entre las actuales calles Coelho e Castro y Sacadura Cabral,  recibió el título de Patrimonio Histórico de la Humanidad por la Unesco en julio de 2017 por ser el único vestigio material de la llegada de los africanos esclavizados a América.​

Construido en 1811, fue un sitio de desembarque y comercio de esclavos africanos hasta 1831, cuando se prohibió el tráfico transatlántico. Durante los veinte años de su operación, entre 500 mil y un millón de personas desembarcaron en el muelle de Valongo, una cifra que ciertamente no debe ser exacta, tal vez son los que arribaron a tierra, queda abierta la pregunta sobre los que no llegaron, bien sea por naufragios, murieron en el trayecto o prefirieron arrojarse al mar que vivir en un destino incierto.

Remontándonos a los inicios de los primeros navegantes, Gavin Menizies (2002), en su libro titulado: 1421 El año en que China descubrió el mundo, describe que “El 8 de marzo de 1421 salió de China la flota más grande que habían visto los tiempos, bajo el mando del Almirante ZHENG HE, en 1431, zarparon 107 juncos, algunos de casi 150 metros de eslora, iban a retornar a sus países de origen a los dignatarios que habían ido a rendir homenaje al emperador Zhu Di; posteriormente, debían recaudar tributos de los bárbaros”, en este caso eran los habitantes originarios de estas tierras,  un estereotipo que era legitimado por cualquier conquistador.

Siendo un prodigio por parte de los Chinos, su actitud de pioneros por trazar nuevas rutas de investigación y creación de nuevos mapas cartográficos, donde los distintos almirantes de la flota visitaron las costas americanas setenta años antes que Colón, descubrieron Australia trescientos cincuenta años antes que Cook y circunnavegaron el globo cien años antes que Magallanes.

Sin embargo, a su regreso en 1423, la flota se encontró con que el emperador había sido derrocado y se regresaba al aislacionismo tradicional. Los resultados del épico viaje fueron condenados al olvido.

Por la descripción de Antonio Galvâo, soldado e historiador Portugués de la época colonial, tenía un mapa del mundo de 1428, donde se detallaba las Indias orientales, el océano Índico y la actual Indonesia, revelaba las rutas oceánicas hacia las islas de las Especias de Ternate y Tidore, en las Molucas, Asia y China doblando el cabo de Buena Esperanza y atravesando el estrecho de Magallanes.

A fines del siglo XV había en Europa una crisis social y económica: como consecuencia de las epidemias disminuyó la mano de obra en campos y ciudades; esto repercutió negativamente en la producción de alimentos y de manufacturas, para fortalecer el comercio era necesario mantener la importación de productos asiáticos que tenían mucha venta: canela, comino, nuez moscada y otras especias con las que acostumbraban condimentar sus comidas los ricos de Europa, en vista de que no existían las condiciones de conservar los alimentos, debido a la descomposición de las carnes, era necesario combinarlos con las especies que importaban de los países asiáticos, así como sedas, piedras preciosas, perfumes y otras finas mercancías.

Esos productos eran transportados por tierra en caravanas, desde India, China y otros lugares de Asia hasta Constantinopla, un puerto en el mar mediterráneo donde los embarcaban hacia Europa. Cuando los turcos ocuparon a Constantinopla, impidieron el paso de las caravanas.

Fue entonces cuando los europeos se empeñaron en buscar nuevas rutas por el océano Atlántico para viajar a Asia. Las embarcaciones de Portugal fueron las primeras que salieron en su búsqueda, pero antes de que lograran llegar al Lejano Oriente, llegó Cristóbal Colón a unas islas y él supuso equivocadamente que estaban cerca de las costas de Asia.

Han pasado 528 años y, hasta el día de hoy, se sigue considerando uno de los descubrimientos más importantes de la historia del hombre. Fue un 12 de octubre de 1492, cuando Cristóbal Colón llegó al Nuevo Mundo, después de una expedición que duró dos meses y nueve días y que realizó bajo el mandato de los reyes de España, Isabel y Fernando de Castilla y Aragón.   

Colón, que pretendía encontrar una nueva ruta a la India como habían hecho años antes los portugueses, llegó en realidad a Guanahani, una isla de la actual Bahamas, consolidando así el descubrimiento de América.

Los reyes católicos decidieron ayudar al marinero en su proyecto de llegar a Asia por el oeste, atravesando la mar atlántico, el 17 de abril de 1492, Colón firmo con los reyes las Capitulaciones de Santa Fé, documentos por los cuales se autorizó, sin financiar, la expedición a las indias por el mar hacia el occidente.

La monarquía española para darle legalidad a la ocupación de espacios y al sometimiento de pueblos indígenas; además de las capitulaciones o contratos como la de Santa Fe, entre Colón y los Reyes Católicos, también constataban los documentos legales como las Bulas, el cual, es un documento emitido por el Papa, quien reside en el Vaticano y es la máxima autoridad de la Iglesia católica. Para los católicos, el Papa es el representante de Dios en la tierra.

Antes del primer viaje de Colón, había salido de Portugal una expedición y el Papa le había otorgado al reino de Portugal las tierras que sus navegantes descubrieran en Asia; pero como la expedición de Colón llegó primero a islas que creyeron asiáticas, la reina Isabel, La Católica, le pidió al Papa que las otorgara a España.

Tratado de Tordesillas

Fuente: Enciclopedia Fundación Polar (1989).

El Papa Alejandro VI emitió en el año 1493 una bula, según la cual pertenecían al reino de España las islas y tierra firme que encontraran al oeste de una línea trazada a “cien leguas de las islas Azores y de Cabo Verde”, con autorización para cristianizar a sus habitantes. Por lo tanto, al reino de Portugal le pertenecería lo que encontrara al este de la citada línea (Acosta, 1984).

Como Portugal quedó inconforme, un año después, los reyes de ambos países firmaron un acuerdo: el Tratado de Tordesillas, el 7 de junio de 1494, entre los representantes de Isabel y Fernando, reyes de Castilla y de Aragón, por España, y el rey Juan II de Portugal, con la finalidad de establecer un reparto de las zonas de navegación y conquista del océano Atlántico y de América, mediante una línea situada a 370 leguas al oeste de las islas de Cabo Verde para evitar un conflicto de intereses entre la Monarquía Hispánica y el Reino de Portugal.

En la práctica, este acuerdo garantizaba al reino portugués que los españoles no interfirieran en su ruta del cabo de Buena Esperanza, y viceversa, los primeros no lo harían en las recientemente descubiertas Antillas.

Tratado de Tordesillas

Fuente: Enciclopedia Fundación Polar (1989).

Aunque por el tratado de Tordesillas se conoce al convenio de límites en el océano Atlántico, en los siglos posteriores España, Portugal y en menor medida Inglaterra, Francia y otras potencias europeas compitieron por la exploración, conquista y colonización del continente Americano (Salcedo, 1972).

El reino de Portugal, cumpliendo los derechos otorgados por el Tratado de Tordesillas, mandó por primera vez una expedición en el año 1500. Hasta ese año todo su esfuerzo lo había concentrado en organizar su inmenso imperio colonial que abarcaba costas de África, del mar Arábigo y desde el oeste de la India hasta China.

El rey Juan III creó 15 capitanías, que se entregaron a perpetuidad a portugueses con funciones económicas, ejecutivas, judiciales y militares.

Se continuó la explotación-exportación de palo Brasil, pero al mismo tiempo comenzó la plantación de caña de azúcar. Esto provocó rebeliones indígenas porque se negaban a ser explotados en el trabajo de la caña de azúcar.

A mediados del siglo XVI, a la problemática de la resistencia indígena, se agregó el acoso de piratas y corsarios apoyados por otros reinos europeos, entonces la monarquía creó un gobierno central en San Salvador de Bahía, a cargo de un gobernador.

En virtud de las problemáticas y la eliminación progresiva de los indígenas o los pobladores originarios de nuestras tierras, los conquistadores consideraron de gran valía el tráfico de esclavos a este continente Americano, aunado por los problemas étnicos entre sus coterráneos en el continente Africano.

La caza de esclavos la realizaban a través de guerras de las mismas tribus y reinos africanos, pues los compradores europeos dependían de los vendedores africanos.

Los europeos nunca penetraron tierra adentro, solo la costa occidental de África, debido al poderío militar de algunos estados africanos y a la presencia de enfermedades.

El negocio de los portugueses eran comprar seres humanos para exportarlos como trabajadores, en un inicio destinaron los esclavos negros a las plantaciones azucareras en las islas portuguesas del Atlántico, luego ampliaron el comercio hacia otras latitudes (Brito, 1975).

Los países como España, Portugal, Inglaterra, Francia, Holanda, se dedicaron al comercio negrero, la esclavitud de la población negra se centró entre siglo XV y XIX, por ser individuos fuertes, robustos y de buena salud.

Los primeros en dedicarse al tráfico de esclavos fueron los portugueses, pues ello fueron los pioneros en explorar las costas de África hasta llegar a la India, por lo que en el trayecto instalaron factorías, pero sin introducirse en el continente, sólo se establecían en puertos. Aquí los esclavos eran comprados a propietarios locales, sin hacer diferencia si eran siervos o reyes. Sólo se les consideraban como mercancías que tenían un valor de acuerdo a su condición.

COMERCIO TRIANGULAR.

El tráfico de esclavos, dio origen a un circuito comercial, llamado «comercio triangular» entre América, Europa y África. Pues las riquezas mineras de América y sus materias primas, que eran explotados por los mismos esclavos, servían de pago a los comerciantes de esclavos. Es decir; los navegantes cargaban con ron, tabaco y armas en Europa, lo cambiaban por esclavos y marfil en África, para luego vender los esclavos con lucro en América, regresando luego a Europa con materias primas y minerales.

Comercio triangular

Fuente: Abel Gil Lobo (2018).

BARCOS NEGREROS.

No bastaba con ser secuestrados por tu propia raza, por el simple hecho de ser una etnia o tribu diferente a la de ellos, por la simple dádiva de ron, cristales, telas o cualquier otra baratija que le daban en calidad de pago a quienes oprimían a sus congéneres; a partir de entonces, comenzarían a vivir un verdadero infierno al ser embarcados en los barcos negreros.

Eran grandes embarcaciones, para darle cabida a gran cantidad de esclavos, en espacios reducidos, en un ambiente putrefacto, olor a almizcle, orine, vómito y heces, además de sufrir hambre, sed y las enfermedades que estuvieron presentes durante el viaje, un mar de pesadilla que fue la tumba de muchos.

Una vez a bordo, se les distribuía en espacios especialmente destinados para ellos, separando las mujeres, los niños y, los hombres, quienes ocupaban la parte de proa del barco; las mujeres, iban en la parte de popa; y los niños al centro. La altura de estos espacios no permitían que se pusieran de pie, de esta forma, a lo largo de toda la travesía permanecían tumbados y herrados.

Barco esclavista

Fuente: slavevoyages.org

Barco esclavista

Fuente: slavevoyages.org

Como pueden apreciar en las imágenes, en estas condiciones era normal la aparición de múltiples enfermedades, por un lado las típicamente europeas como: la viruela, sarampión, gonorrea, sífilis, tuberculosis; y por otro las africanas: fiebre amarilla, dengue, malaria, amibiasis, disentería, bacilar, lombriz africana, anquilostomiasis duodenal.

Los capitanes de las embarcaciones, solían tirar al mar a los enfermos, aunque el contagio era imposible de parar debido a las insalubres condiciones en las que se encontraban los barcos.

También los arrojaban por la borda si era preciso aligerar la carga, o si escaseaba el agua y los alimentos. En los últimos días de la travesía se mejoraba la ración de agua y comida para que los esclavos tuvieran mejor aspecto y alcanzaran mejor precio en las subastas.

La preferencia por la mano de obra masculina era constante en América, sobre todo en las economías azucareras, por el hecho de que en el mercado doméstico, donde el precio de las esclavas era superior por su doble valor, como concubinas y productoras en la agricultura comercial.

CARIMBA.

Luego de haber sido secuestrado de sus tierras, los que se consideraban dueños de los esclavos, procedían a colocarle una marca en la espalda a cada uno de ellos; la carimba era un medio utilizado por la corona española para efectuar el control fiscal en el comercio de esclavos africanos que llegaban a las colonias americanas.

Carimba

Fuente: Fuente: Enciclopedia Fundación Polar (1989).

Allí les colocaban grilletes y cadenas y los disponían de forma cruel en compartimentos con poca o ninguna ventilación y escasa alimentación, por lo que muchos fallecían en el camino. Otros llegaban enfermos del cuerpo, se enfrentaban a un idioma y una geografía distintos; a esto se sumaba el sometimiento a la esclavitud, la carimba y el látigo en la piel (Vila, 1969).

Carimba

Fuente: Fuente: Enciclopedia Fundación Polar (1989).

Esta miseria humana de los opresores, de herrar a los esclavos fue un formalismo legal empleado por los traficantes, dueños y hacendados en los distintos puntos donde se realizaban las transacciones de compra y venta de esclavos.

Los indígenas en los primeros asentamientos europeos de las Antillas, también fueron sometidos a esta barbarie, pero fue prohibido, por considerar a los indígenas como súbditos de la corona española. En cambio al africano no se le tuvo consideraciones, pues según la mentalidad de la época eran considerados cosas, por lo tanto materia de propiedad (Acosta, 1984).

DESTINOS.

Los lugares de destino compartían topografía, clima y situación geográfica: tierras llanas tropicales o semi-tropicales en islas o en tierra firme pero raramente a más de 100 kilómetros de la costa o de la ribera de ríos navegables. Elementos ecológicos, demográficos y estratégicos determinaron el emplazamiento: la existencia de tierras arcillosas donde se puede cultivar la caña de azúcar y otros frutos tropicales con demanda europea, la escasez o ausencia de mano de obra indígena y la cercanía a puertos, algo necesario antes del advenimiento del ferrocarril en los años 1830 (Parés, 1985).

CUADRO 1. DESTINOS DEL TRÁFICO DE ESCLAVOS AFRICANOS, 1514-1866.
DESTINO Miles % del Total
Brasil 3527,00 38.4%
Caribe Británico
Jamaica 1083,00 11.8%
Barbados 452,00 4.9%
San Cristóbal 176,00 1.9%
Antigua 142,00 1.5%
Granada 140,00 1.5%
Dominica 118,00 1.3%
Guayana 108,00 1.2%
Caribe Francés
Saint-Domingue (Haití) 794,00 8.6%
Martinica 204,00 2.2
Guadalupe 69,00 0.8%
Antillas Hispánicas
Cuba 801,00 8.7%
Puerto Rico 20,00 0.2%
República Dominicana 16,00 0.2%
Caribe Holandés y Danés
Guayana Holandesa 270,00 2.9%
Antillas Holandesas 155,00 1.7%
Antillas Danesas 99,00 1.1%
Hispanoamérica continental
Colombia, Panamá, Ecuador 107,00 1.2%
México y América Central 106,00 1.2%
Venezuela 58,00 0.6%
Perú 46,00 0.5%
Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Chile 43,00 0.5%
Estados Unidos 366,00 4.0%

Fuente: Compilado de información sobre casi 35.000 viajes de barcos negreros en el Trans-Atlantic Slave Database: www.slavevoyages.org. Los destinos específicos dentro de Hispanoamérica continental se calcularon en base de datos en Herbert Klein, 2010: 64-66.

La historia no es una condena inescapable, pero la correlación entre un pasado de riqueza esclavista y un presente de subdesarrollo socioeconómico es tan contundente como explícita a niveles hemisféricos, nacionales y locales.

La presencia cultural africana es más notable en Brasil y Cuba porque estos dos destinos recibieron la inmensa mayoría del flujo africano durante las últimas cinco décadas de la trata esclavista.

Conservaron sus prácticas culturales específicas de sus raíces africanas relacionadas a la religión, lenguaje, música y sociabilidad que es la única memoria de libertad que han conservado y lo han transmitido a otras generaciones.

Parece algo surrealista, aún prevalece el racismo, la xenofobia, la esclavitud, las migraciones, los exiliados y otros pormenores que son estadísticas para las organizaciones mundiales, a diferencia de nuestros antepasados, ahora se documentan, se graban en vídeos y se multiplica la información al mejor estilo de un spam. Tan sólo eso, hacerse viral en las redes sociales, porque el ritmo de vida se mantiene latente y continuo.

Fernando Antonio Salas Granado.

Bibliografía.

Acosta Saignes, M. (1984). Vida de los esclavos negros en Venezuela. Valencia: Vadell Hermanos.

Brito Figueroa, F. (1975). Historia Económica y Social de Venezuela. Caracas: Universidad Central de Venezuela Ediciones de la Biblioteca.

Carneiro Garcês da Silva, F.; Dos Santos Lima, G. (2018). Bibliotecári@s Negr@s: ação, pesquisa e atuação política.- Brasil: Florianópolis, SC: Associação Catarinense de Bibliotecários.

Fundación Polar (2007). La Geografía histórica del poblamiento territorial venezolano. Colección Geo-Venezuela. Tomo I. Caracas. Fundación Polar.

Menzies, G. (2002). 1421 El año en que China descubrió el mundo.- España: DEBOLSILLO

Parés, Carmen H. (1995). Huellas ka-tu-gua. Caracas: Universidad Central de Venezuela.

Salcedo Bastardo, J.L. (1972). Historia Fundamental de Venezuela. Caracas: Universidad Central de Venezuela.

Slave voyages (2020). Explore la dispersión de los africanos esclavizados en el mundo atlántico.- Atlanta: Emory University. Disponible en: https://www.slavevoyages.org/

Vila, P. (1969). Visiones geohistóricas de Venezuela, Caracas: Ministerio de Educación.

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