Con este post estrenamos una nueva colaboración entre Infotecarios y Hack Library School. La serie, denominada como Voces del Sur: repensando la Ciencia de la Información desde América Latina y el Caribe, pretende explorar las realidades de la formación profesional en todas las Américas a través de los relatos de los integrantes de ambos grupos. Este post también aparece en su versión en inglés en el blog de Hack Library School.

Nombre: Alejandra Sofía Méndez
País: Puerto Rico
Educación: Maestría en Ciencias de la Información, clase del 2014.
¿Por qué le interesó la bibliotecología y cómo llegaste a ser bibliotecaria?
Mi interés en el campo de la bibliotecología comenzó cuando estaba estudiando el bachillerato en educación en la enseñanza de inglés como segundo idioma. Sin embargo, quise trabajar en una biblioteca desde que era una niña. Me involucré en el club de la biblioteca y pasaba mi tiempo libre del almuerzo en la biblioteca de la escuela cuando cursaba la escuela primaria. Probablemente una de las razones principales porque pasaba el tiempo en la biblioteca es porque lo consideraba como un lugar seguro. Seguí la misma práctica hasta la secundaria. Una vez terminado mis estudios de bachillerato, solicité al programa graduado de ciencias de la información en la Universidad de Puerto Rico. Al principio de mis estudios graduados, quería especializarme en archivos y repositorios. No obstante, mis planes cambiaron cuando tomaba cursos que se enfocaron en la alfabetización informacional. Desde entonces, me ha interesado el lado pedagógico de la bibliotecología.
Describe el área de especialización dentro del campo de la bibliotecología que le interesa.
Durante mis estudios graduados, mi área de especialización era las bibliotecas escolares. Mi proyecto final para obtener el grado trataba de las tecnicas e iniciativas llevadas a cabo por bibliotecarias que querían atraer a los estudiantes a la lectura. Pero cuando empecé a trabajar me dediqué al mundo académico. Ahora me dedico en la valorización de los servicios de la biblioteca. Al principio me costó apreciar este proceso. Jamás hubiera pensado que lo estaría trabajando pero cuando me contrataron la directora de la biblioteca me lo asignó. El día que empecé a trabajar en la valorización, mi interés ha sido buscar maneras para evidenciar la retención estudiantil en los servicios de la biblioteca y fomentar el comportamiento de búsqueda de información estudiantil. Aparte de la valorización, mi área principal de interés es el desarrollo de competencias de aprendizaje de la información, el discurso crítico sobre la justicia social en la bibliotecología y prácticas de catalogación. También, me ha interesado el desarrollo profesional de los bibliotecarios en Puerto Rico y el manejo de colecciones en el Caribe.
¿Qué fue lo más que te gustó de la escuela de bibliotecología que estudiaste el grado?
Lo más que me gustó de la Escuela Graduada de Ciencias y Tecnologías de la Información (EGCTI) en la Universidad de Puerto Rico (UPR) fue la oportunidad de trabajar en trabajos investigativos con los profesores y el internado que trabajé cuando era estudiante. Después de asistir a una catalogiación, empecé a trabajar en el Seminario Multidisciplinario José Emilio González, un pequeño seminario que lo administrataba uno de mis profesores de catalogación. Se catalogaba textos como guiones del Departamento de Drama de la universidad y lecturas y libros que dejaban los profesores para los estudiantes. Luego, tuve la oportunidad de catalogar proyectos de tesis y capstone en un internado que tuve en la Escuela de Arquitectura de la UPR. Fue una experiencia alentadora poner en práctica lo que aprendí en el salón de clase y trabajar junto a mis mentores como una bibliotecaria bona fide. Me sentí satisfecha poner en práctica todo el conocimiento teórico que aprendí en las clases. Esta experiencia ayuda al estudiante enfrentar a los posible retos en la bibliotecología o contestar las dudas que el estudiante tuvo en la clases. Mientras trabajaba como bibliotecaria estudiantil en el Seminario, los que trabajaron anteriormente crearon un blog que indicaba mejores prácticas sugeridas para la catalogación, reglas de catalogación que el bibliotecario tiene que tener en cuenta cuando se enfreta a ciertos materiales especiales y observaciones sobre programas de catalogiación que estaban en uso en la universidad. A pesar de que el blog no era un diálogo directo con compañeros de la materia, fue mi primer contacto con un discurso crítico sobre la bibliotecología y las prácticas de catalogación.
¿Cuál fue la clase más interesante que tomaste en los estudios graduados?
A pesar de que el trabajo como catalogadora fue interesantísimo y reflexioné mucho sobre el aspecto lingüístico de los encabezamientos, la clase era tediosa. La clase que más me interesó fue referencia. La clase era dinámica. Me gustó porque leímos textos considerados importantes sobre referencia, como textos de Katz, y artículos recien publicados que trataban sobre el concepto de las mejores prácticas. Al final del semestre, cada estudiante tenía la tarea de desarrollar una colección de refernecia sobre un tema. Desarrollé una colección sobre los factores socioculturales del VIH/SIDA en grupos minoritarios. Aunque no seleccioné este tema para el curso de diagnóstico de las necesidades informacionales, pienso que el curso de referencia fue más exigente. Tuve que aplicar el conocimiento adquirido de los cursos anteriores para desarrollar la colección como proyecto final. Fue la primera vez que tuve la experiencia de incorporar otras destrezas adquirida en los semestres anteriores a un trabajo de clase.
¿Cuál es una de las últimas tendencias en la bibliotecología que interesa y por qué?
Me interesa el discurso crítico sobre la diversidad y multiculturalismo en el campo de la bibliotecología. El tema lo encuentro interesante aunque hasta hace poco ha sido hablado abiertamente en EE.UU. Como bibliotecaria académica, trabajo con estudiantes caribeños y de Latinoamérica. Aunque Puerto Rico se puede clasificar bajo estas mismas regiones, estos estudiantes tienen su propia cultura, costumbre y punto de vista sobre la education que le ofrece la universidad. Además de los aspectos culturales del servicio, hay usuarios con necesidades especiales. El diálogo y la lectura que trata sobre la manera que la bibliotecología debe ser más integradora son los temas de justicia social que no se discutieron mucho en la escuela de bibliotecología. Fue un poco decepcionante que mientras la Facultad de Educación de la Universidad de Puerto Rico participa en esa discusión, la EGCTI se quedó resagada. Especialmente cuando algunos profesores discuten el tema de la brecha digital. En mi opinión, no se debe enfocar totalmente en las herramientas de web para mejorar el acceso a la información. Pienso que se debe enfocar en cómo los bibliotecarios acomodan los alrededores para satisfacer las necesidades de los usuarios, enriquecen la institución a través de su experiencia y conocimiento sobre la cultura e incorporan materiales variados.
¿Cuáles son algunos de los mayores retos que se enfrenta cuando se entrena bibliotecarios novatos en tu país?
El reto principal de los bibliotecarios en Puerto Rico es la preservación de las colecciones especializadas. Entiendo que este es el problema que más se habla que están enfrentando las bibliotecas de mi país. La preservación de estas colecciones va de la mano con las condiciones de trabajo. Ahora mismo, muchas bibliotecas no cuentan con el presupuesto o las herramientas para preservar sus colecciones. Además, muchas bibliotecas fueron construidas en lugares que no son eco-responsable. Un ejemplo de esta situación es el reto que se enfrenta la Colección Puertorriqueña de la Universidad de Puerto Rico. La colección tiene un sinnúmero de libros y documentos históricos, y se ha convertido en un imprevisto repositorio nacional. Dada la situación, la universidad no invierte mucho del presupuesto para la preservación de los libros, la limpieza de los materiales o mantenimiento del lugar que almacena los documentos. Debido a esta pobre práctica de preservación, muchas bibliotecarias de esta colección trabajan con libros llenos de moho y hongo, los cuales causan a las bibliotecarios a desarrollar alergias severas y problemas respiratorios. En el 2013, muchas bibliotecarias del sistema de bibliotecas de la Universidad de Puerto Rico realizaron una protesta silenciosa en la cual empezaron a trabajar con máscaras quirúrgicas que mostraban señalamientos sobre la condición de trabajo en el sistema de bibliotecas.
Deseo resaltar que este es otro tema que rara vez se discute en la escuela de bibliotecología en la Universidad de Puerto Rico. Aunque los profesores y los estudiantes hablan y se lamentan sobre estas situaciones en los pasillos, este tema no se trata adecuamente en las clases porque se considera de mal gusto hablar mal de la profesión. De hecho, este tema no se investiga mucho en Puerto Rico.
¿En dónde trabajas? Describe un día normal.
Trabajo en la biblioteca de la Universidad Metropolitana en Puerto Rico como bibliotecaria de valorización. En un día normal me encuentro desarrollando políticas respecto a la colección de tesis y disertaciones. También elaborando instrumentos de recogido de datos para el proyecto que tenemos en la biblioteca de valorización (o como lo llaman en Puerto Rico, avalúo). Hasta ahora, este proyecto de valorización se ha enfocado en la relación entre los talleres para desarrollar competencias de información y la retención de los estudiantes de primer año. Trabajo en estrecha colaboración con el coordinador del Programa de Competencias de Información y el bibliotecario del Programa Enlance con la Facultad. Nosotros tres planificamos y diseñamos las actividades que promueven los servicios de la biblioteca, herramientas de investigación y prácticas de aprendizaje a los estudiantes y los profesores de la universidad.