¿Qué es un zine y cómo se produce?
Zine es una palabra anglófona la cual sirve de apodo para magazine o fanzine. Su pronunciación en castellano sería el equivalente a /Zin/, mientras que en inglés es /Zeen/. El término se refiere a una publicación auto-gestionada[1] por una o más personas a quienes se les refiere como creador(es) o zinesters. Normalmente este tipo de publicación va enfocado a un tema y en ocasiones es publicado como una serie. Su estética es rústica (portada en papel y páginas de papel de fotocopia); similar a la de un panfleto informativo o propagandista[2]. El contenido de cada ejemplar suele ser redactado en maquinilla o con tinta de un marcador o bolígrafo. También se puede utilizar ambos medios. Las gráficas también son confeccionadas por el creador del ejemplar. Las imágenes varían entre collages, dibujos o fotografías (tomadas por el creador o recuperadas a través de algún medio impreso). Uno de los formatos más populares en la producción de zines es el de un folio de 8 x 11 pulgadas doblado por la mitad[3] (Breier, 2013). Sin embargo, los tamaños pueden variar de acuerdo a las necesidades del creador.
A diferencia de un panfleto informativo, el cual es producido y distribuido por una organización o institución, los zines solo responden a los intereses de sus creadores, son distribuidos por el creador(es) y no siguen las normas de la cultura principal (mainstream)[4]. Debido a que los zines son distribuidos por su creador(es), su distribución se hace a través de distros, intercambios con otros creadores o pedidos por correo. En algunos casos como los zines seriados se acude a la subscripción como medio de distribución. El costo de un ejemplar yace entre $1 a $3 (USD)[5]. En ocasiones algunos creadores ofrecen algunos ejemplares de forma gratuita en diversas actividades como recitales de música punk, festivales de arte, convenciones de cómics o algún otro tipo de actividad que promueva la participación del creador.
Su auge y valor
El origen del fanzine se remota a la década de los 1930 en los Estados Unidos. Para esta época sus creadores eran seguidores de las publicaciones de ciencia ficción y la literatura negra (pulp maganzines)[6]. En la década de los 1970 a los 1990 los fanzines se hicieron popular en la comunidad punk. Entre los temas discutidos en esta comunidad se encuentra la música y experiencias personales.[7] Un ejemplo de un zine personal es Doris, el cual se distribuyó a lo largo de la década de los 1990 y recientemente fue compilado en una antología.
Según Piepmier (2008) una de las razones por las cuales los zines han tenido auge en las comunidades subterráneas y jóvenes es su conectividad con la comunidad. A raíz de la naturaleza del recurso, el lector de un zine puede identificarse con el contenido del creador y sentirse inspirado a crear el suyo. Su rol en las bibliotecas ayuda a los usuarios a adquirir un recurso cuyo enfoque y voz es único. Los zines también facilitan la documentación de la experiencia local, la cual muchas veces se extravía o no es transmitida en textos académicos. La prosa y confección posee características sencillas. Esta sencillez atrae al lector y al ser utilizado como recurso retrospectivo, invoca el recuerdo de un tiempo y espacio que quizás un texto más elaborado no lo transmite[8].
“It gives the librarians a chance to say: Look: somebody made this, a person like you, you can totally do it, it’s not scary. And you can be empowered[9]” (Morgan & Dawson, 2010).[10]
El auge de los zines se puede ver reflejado en iniciativas como International Zine Month, actividades locales en lugares públicos como la ocurrida durante el verano en el Subway de Nueva York y algunos festivales dedicados al medio. También durante las conferencias bianuales de la American Library Association se ha montado el Zine Pavilion.
Colecciones y archivos en bibliotecas
En la actualidad existen numerosas bibliotecas, archivos, centros e infoshops que contienen colecciones de zines. Según la literatura consultada, la mayor cantidad de bibliotecas e unidades de información que poseen zines en colecciones son las estadounidenses. Dos de las colecciones más numerosas y populares son la de Barnard College y Sallie Bingham Center Zine Collection en la Universidad de Duke. Ambas colecciones están enfocadas en el estudio de la mujer. Parte de estas colecciones se encuentran en archivos dentro de estas bibliotecas. También existen colecciones dirigidas a jóvenes[11] como es el caso de Orange County Public Library y Multnomah County Library. Portales como ZineWiki[12] poseen una lista de las unidades de información que albergan colecciones de zines. La lista y el portal están en constante revisión. También existen otros portales de temas especializados que identifican títulos, sus creadores y proveen un contacto para adquirir algún ejemplar. Un ejemplo de esto es Grrrl Zine Network, el cual reúne varios títulos de zines internacionales.
Proyectos de bibliotecarios
Los proyectos de los bibliotecarios relacionados a los zines varían. Existen proyectos de desarrollo de colecciones los cuales incluyen recomendaciones de cómo catalogar[13] los zines hasta zines creados por bibliotecarios. Jenna Freedman es creadora de Lower Eastside Librarian y curadora de la colección de Barnard. Otro proyecto ya mencionado es ZineWiki, donde colaboran diversos bibliotecarios interesados en el tema. Además de las colaboraciones, existen portales dedicados a los zines dentro del campo de la bibliotecología y foros en línea.
Recomendaciones
Finalmente incluyo cuatro recomendaciones.
– Tenacious, editado por Victoria Law. Este zine es creado por reclusas en diversas penitenciarías en los Estados Unidos.
– Doris de Cindy Crabb es una publicación seriada desde 1991. Cada ejemplar comenta sobre algún aspecto personal de la vida de su autora, en especial sobre la violencia de género.
– Lower Eastside Librarian de Jenna Freedman se publica anualmente. Freedman comenta y en ocasiones incluye contribuciones de otros bibliotecarios. La publicación gira en torno a la experiencia personal de Freedman en la ciudad de los rascacielos.
– Pez de Mon Magán “fanzine temático sobre fanzines y artefactos comunicativos que pretende reflexionar y analizar la edición independiente y los medios de expresión personales relacionándolos con otras actividades con la que comparte finalidad o lenguaje como fanzines, internet, chapas, blogs, camisetas, grafitis, fotoblogs, arte postal, broches, podcast…”[14]
[1] Popularmente conocido como «Hágalo usted mismo» o DIY (por sus siglas en inglés).
[2] Lastufka, A., Sandler, K. (Ed.) (2014) Zine Definition. Zine Wiki. Recuperado de: http://zinewiki.com/Zine – History
[3] Brier, D.G. (2013) MetaZine: The History and a How-to of Zines. Recuperado de: http://zinelibraries.info/wordpress/wp-content/uploads/2013/08/davida-presentation.pdf
[4] Freedman, J. (n.d.) Definition. Barnard Zine Library. Recuperado de: https://zines.barnard.edu/definition
[5] Piepmier, A. (2008) Why zines matter: Materiality and the creation of emobodied community. American Periodicals, 18(2), 213-238 (Número de acceso: 34364906)
[6] Gardner, J. (2009) Zines in the Academic Library: A Literature Review. Library Student Journal, 4, p. 12 (Número de acceso: 67426011)
[8] Ibid.
[9] Traducción: “Le brinda la oportunidad a los bibliotecarios de expresarle al usuario: Mira alguien como tu hizo esto. Tu también lo puedes hacer, no es intimidante y al hacerlo y te podrás sentir emponderado”.
[10] Morgan, S., Dawson, E.J. (2010) Zine scene at Multhomah County Library: An interview with Emily-Jane Dawson. OLA Quarterly, 16(1), 21-25 (Número de acceso: 32434521)
[11] Thompson, J. (2007). Zine: It Rhymes with Teen How a Zine Collection Can Help You Connect with Young Adults. Tennessee Libraries, 57(1), 1-10. (Número de acceso: 26474700)
[12] Lastufka, A., Sandler, K. (Ed.) (2014) Zine Wiki. Recuperado de: http://zinewiki.com
[13] Lember, H., Lipkin, S., Lee, R.J. (2013) Radical cataloging: From words to action. Urban Library Journal, 19(1), 1-8 (Número de acceso: 93739844)
[14] Magán, M. (n.d.) Fanzine Pez. Monmagán. Recuperado de: http://www.monmagan.com/pez/